Reducir la jornada laboral tendría un coste de más de 15.300 millones

Lucía Palacios MADRID/ COLPISA

ECONOMÍA

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Los sindicatos critican las declaraciones de Garamendi y defienden la reducción de la jornada sin merma salarial

10 jul 2024 . Actualizado a las 18:37 h.

El Consejo General de Gestores Administrativos de España publicó este miércoles un informe sobre el impacto económico de reducir la semana laboral a 37,5 horas. Según sus cálculos, esta medida supondrá un coste mínimo de 15.300 millones de euros para las empresas, una cifra que podría aumentar, ya que sus estimaciones se basan en que todos los trabajadores cobran el salario mínimo.

En concreto, los gestores administrativos, a instancias de su presidente, Fernando Jesús Santiago Ollero, han llevado a cabo un ejercicio para evaluar lo que podría suponer a las empresas reducir la jornada laboral, utilizando como ejemplo una empresa que tiene de media a 4,5 empleados, en los que cuatro trabajan a jornada completa y uno de ellos trabaja 4 horas, en una semana laboral partida de 40 horas.

Los gestores administrativos, con objeto de simplificar el ejemplo, asumen que cada empleado cobra el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), esto es, 15.876 euros al año, ascendiendo los costes sociales a 1.748 euros por año y trabajador, con lo que cada contrato laboral tiene un coste para la compañía de 17.624 euros al año, resultante de sumar el salario anual más los costes sociales.

Ollero muestra dudas de si se podría incrementar la productividad por hora efectiva de trabajo, para concluir que dependerá de si hay automatización de ciertas tareas, aunque señala que esta medida podría llevar al despido de empleados.

«El resultado final no sería bueno para nadie», concluyó Santiago, quien también aprovechó para pedir a la ministra de Trabajo y al Gobierno que «si quieren reducir la semana laboral, compensen a las empresas este coste, ya sea  con menos cotizaciones sociales o ajustando el SMI».

UGT corrige a Garamendi

Las declaraciones del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, asegurando que reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas supone «regalar casi 12 días de vacaciones al año pagadas por las empresas» no han dejado indiferentes a los sindicatos, que este miércoles se pronunciaron abiertamente muy críticos con estas palabras e incluso las calificaron de «esperpénticas». «¿Quién lo regala?», preguntó, con ironía, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. «Parece como si estuviéramos en la Edad Media y el dueño del tiempo fuera el empresario», denunció. Que los sindicatos arremetieran contra estas declaraciones de Garamendi no sorprende, pero sí que le hicieran una corrección al alza. «Según nuestros cálculos, para las personas que tengan 40 horas semanales de jornada, la reducción es de 16 días, no de 12».

Pese a esto, Álvarez siguió apostando por negociar con la patronal, pero se preguntó «de dónde han salido estos empresarios, parece que vienen de Marte», puesto que les recordó que la reducción de la jornada siempre se ha hecho sin merma salarial. «Nunca en la historia se ha hecho una reducción general del tiempo de trabajo reduciendo los salarios, es absurdo», apostilló.

Es más, el líder de UGT defendió que la productividad que se ha generado en España desde hace 40 años «permite no reducir dos horas y media la semana en algunos casos, que son muy pocos, sino que permite reducir mucho más la jornada».

En esta misma línea se pronunció el ministro de Transportes, Óscar Puente, y argumentó que «somos de echar muchas horas que no siempre son tan productivas», por lo que abogó por «centrarse en que el trabajador tenga un tiempo para disfrutar».

Además, con respecto a las declaraciones de Garamendi señaló que «es un clásico» recibir este tipo de críticas por parte del sector económico. «Cada vez que hay un avance en los derechos de los trabajadores, llámese subida de salario, llámese reducción de jornada, las oposiciones son siempre las mismas y los argumentos son siempre desmentidos con hechos», precisó.