Meta, dueña de Facebook y WhatsApp, despide a una veintena de trabajadores por gastar sus vales de comida en productos para la casa
ECONOMÍA
Usaban sus tiques de 25 dólares para comprar vino, pasta de dientes o detergente para la lavadora
17 oct 2024 . Actualizado a las 17:56 h.Meta, el grupo tecnológico propiedad de Mark Zuckerberg, ha despedido a más de una veintena de trabajadores de sus oficinas centrales en California (Estados Unidos) por usar los vales de comida por valor de 25 dólares que la empresa les proporciona a diario para comprar vino o productos del hogar como pasta de dientes o detergente para la lavadora.
Según la información adelantada por el Financial Times, tras una investigación interna la empresa decidió prescindir de los empleados que habían abusado de forma reiterada del sistema, mientras que aquellos que solo habían infringido las normas internas puntualmente fueron amonestados, pero sin llegar al despido. Los ceses se concentraron en dos de las principales empresas del grupo, Instagram y WhatsApp, pero no afectaron a Facebook, según el rotativo.
Como otras muchas grandes tecnológicas, Meta incluye entre los beneficios sociales a su plantilla comida gratis para los empleados, un gancho para reclutar personal en un sector altamente competitivo. En grandes centros de trabajo lo hace a través de un servicio de comedor gratuito para los trabajadores, mientras que en oficinas más pequeñas opta por ofrecer a sus empleados vales para desayuno, comida y cena (de 20 dólares en el caso de la primera comida del día y de 25 para las dos principales), con los que podían hacer pedidos por aplicaciones como UberEats.
Aunque esos vales estaban pensados solo para ser usados en comidas y siempre que el empleado se encontrase trabajando en ese momento, parte del personal los utilizaba para otros fines. Así, en un mensaje anónimo en una plataforma de internet, un antiguo empleado de Meta narraba que había empleado esos vales de 25 dólares para comprar productos para su casa, como té o pasta de dientes. «Los días en los que no iba a comer en la oficina, porque mi marido había cocinado o me iba de cena con mis amigos, pensaba que no debía desperdiciar el dinero que nos daban para cenar», se justificaba.
Y no era la única, ya que había incluso empleados que unían el importe de sus vales para hacer pedidos conjuntos y otros que usaban los tiques comedor para realizar pedidos de comida a domicilio en sus propias casas, a pesar de que estos estaban pensados para cubrir las necesidades de alimentación solo en horas de oficina.
A diferencia de otros casos similares, la picaresca no era una cuestión de precariedad, ya que la trabajadora que contó su caso en internet admite que tenía un salario de 400.000 dólares anuales (más de 369.000 euros al cambio actual), aunque justificó que trabajaban «noches y fines de semana», por lo que ve «surrealista» que hayan acabado despedidos por lo que entienden es una menudencia para una empresa con ese nivel de ingresos.
Sin embargo, en los últimos meses la tecnológica ha acometido varios recortes en los beneficios sociales que ofrecía a su plantilla, eliminando el servicio gratuito de lavandería y retrasando media hora el horario de cena del comedor de empresa, para que comience una vez que ha partido el último bus lanzadera para el personal, de forma que haya menos trabajadores que puedan hacer uso del servicio.