Los trabajadores de Navantia Ferrol deciden paralizar parte de los trabajos de las fragatas F-110

Beatriz García Couce
Beatriz Couce REDACCIÓN

ECONOMÍA

Los trabajos de la primera fragata F-110 -en foto de archivo- en la grada se verán afectados
Los trabajos de la primera fragata F-110 -en foto de archivo- en la grada se verán afectados JOSE PARDO

Es la segunda vez en este año que se toma esta medida, que impacta en las empresas auxiliares, para presionar a la firma de un nuevo convenio colectivo

20 nov 2024 . Actualizado a las 20:18 h.

La plantilla de Navantia Ferrol decidió hoy secundar la propuesta de la CGT de volver a paralizar los trabajos de aceros en el astillero para presionar a la dirección en el marco de la negociación del convenio colectivo. Los trabajadores emitieron 436 votos a favor de esa medida, mientras que otros 388 se manifestaron en contra, y otros 42 depositaron un voto en blanco. El resto de los sindicatos con presencia en el comité - CC.OO., MAS, CIG y UGT-, eran contrarios a esta decisión, por cuanto impactará de lleno en el trabajo de las empresas auxiliares, que son las que mayoritariamente asumen ese tipo de tareas.

Es la segunda vez en el año que se produce un bloqueo de este tipo, lo que conllevó, el pasado verano, que se produjesen ajustes laborales en algunas subcontratas. Por ello, la medida arroja de nuevo incertidumbre sobre lo que pasará con las plantillas indirectas de las firmas de aceros. 

El inicio de la medida coincide con un paro de 24 horas en Navantia, que se inicia a las diez de esta noche, también como presión para la firma del convenio colectivo, tras dos años de negociaciones. Sin embargo, aunque las reuniones se están llevando a cabo por el comité intercentros, con representación de los astilleros, la jornada de huelga no será secundada con la misma intensidad en el resto de factorías. Por otro lado, la representación de Ferrol tiene tres portavoces en la mesa de negociación, y está en minoría frente al resto de delegados.

Carlos Díaz, presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, admitió que la mayoría social no estaba a favor de esa medida, pero entendió el malestar de la plantilla. «La dirección se lo tiene que hacer mirar», aseguró, debido a la dilación de unas conversaciones en las que hasta el momento no se han producido avances que permitan ver la luz al final del túnel. «Estamos creando una fábrica de cabreados», lamentó. No obstante, explicó que estos días los representantes sociales de todos los centros de trabajo ultiman una última propuesta para intentar cerrar un acuerdo la semana próxima, en la que tendrán tres jornadas de negociación con la empresa, que siempre manifestó su objetivo de cerrar las conversaciones antes de que terminase noviembre.