La industria camina hacia el futuro de la mano de la economía circular

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Repsol y La Voz analizan las palancas que están poniendo en marcha empresas y administración para impulsar la descarbonización y avanzar hacia la sostenibilidad

14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La economía circular se ha convertido en una de las principales palancas para impulsar la descarbonización y avanzar hacia un futuro mucho más sostenible. Galicia avanza también, y a muy buen ritmo, hacia esa transición. Lo hace de la mano de empresas e industrias como Repsol, que han puesto en marcha en los últimos años numerosas iniciativas en este sentido.

Las claves de esa economía circular y de la innovación en la industria centraron el foro celebrado en el Museo Santiago Rey Fernández-Latorre, en el que cuatro expertos explicaron cuál es el momento que atraviesa el sector y los retos a los que se enfrentan.

En Repsol, por ejemplo, el plan de economía circular fue aprobado en el 2016 y está totalmente integrado dentro de la estrategia de la compañía: «Está fundamentado en cuatro ejes: el ecodiseño, la eficiencia y la innovación de procesos, los nuevos patrones de consumo, las nuevas energías renovables y materias primas alternativas. Estamos involucrados en más de 320 iniciativas de economía circular entre las que destacan, por ejemplo, las que nos permiten producir combustibles renovables a través de residuos», explicó Susana Benedicto, coordinadora de transformación industrial de Repsol. La investigación se ha convertido en una pata fundamental para avanzar en este camino y desde el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim), llevan un tiempo demostrándolo. Tal y como explicó su directora ejecutiva, Lucía Vázquez, su trabajo se desarrolla en diferentes áreas de actividad que les permiten abordar los retos desde distintos puntos de vista. Desde el reciclado de polímeros, hasta lograr estaciones depuradoras de aguas residuales más sostenibles, pasando por el sector de la madera y forestal: «La economía circular es motor de generación de empleo. La Unión Europea estima que, de aquí al 2030, se crearán unos 700.000 puestos de trabajo vinculados a esto, y de todos ellos un 10 % se situarán en España», resumió.

Aplicar la sostenibilidad y la reutilización en los procesos empresariales no siempre es tarea sencilla. Pero existen agentes como Ziclos centrados en acompañar a las empresas que quieran subirse a este tren. Esta consultora se dedica a aportar conocimiento sobre los residuos que generan las compañías, por qué se generan y permiten incluso evaluar si existen ineficiencias en la producción de tal forma que, con todo este conocimiento, es posible darles una valorización: «Los residuos, al final, vienen a ser recursos que se pueden utilizar como materias primas en determinados productos», explicó Francisco Iglesias, consejero delegado de Ziclos.

Crecer el valor

Ana Botas, gerente de Viratec (Clúster Galego de Solucións Ambientais e Economía Circular), relató cómo su equipo lleva trabajando desde su constitución en la importancia de hacer crecer el valor del sector ambiental y de apoyar todas las iniciativas que tuviesen impacto en el clima: «Esto es importante para consolidar esa transferencia de soluciones ambientales a la industria», explicó. Pero esta experta también puso sobre la mesa la importancia de seguir avanzando en algunos de los retos que todavía quedan por solucionar: «Debemos trabajar en cuestiones como el ecodiseño. Para poder continuar en las metodología de economía circular hace falta que el diseño de los productos esté preparado para su durabilidad, su facilidad en la recuperación, su reparación y su reutilización», resumió Ana Botas.

Tecnología e innovación para desarrollar nuevas soluciones de circularidad

La innovación y la tecnología se han convertido en dos grandes aliados para las empresas que han decidido avanzar hacia un futuro mucho más sostenible. Y Repsol lleva trabajando con esas dos patas como base y sostén de su estrategia desde hace ya unos años. «Todas nuestras iniciativas no podrían llevarse a cabo si no fuera gracias a la inversión que tenemos en tecnología e investigación. Nuestro Repsol Technology Lab es uno de los centros de investigación y tecnológicos más vanguardistas de España. Ahí se estudian diferentes soluciones de circularidad para hacer que sean más eficientes», explica Susana Benedicto. Tal y como relató la experta, la energética colabora con diferentes centros tecnológicos, universidades y centros de investigación en Galicia, como Cetim, Energy Lab o el ITG.

Con el horizonte de alcanzar las cero emisiones netas en el 2050 como bandera, los centros industriales se encuentran en un momento de plena transformación. Entre ellos, la refinería de A Coruña. «Estamos sustituyendo las materias primas de origen fósil por otras que son residuos. En A Coruña, también vamos a ir sustituyendo la energía convencional que utilizamos por otro tipo de energía renovable como puede ser el biometano, el hidrógeno o la electricidad renovable. Con todo esto, vamos a conseguir convertir los centros industriales en polos multienergéticos», resumió Benedicto.

En este objetivo, cualquier residuo puede ser importante, hasta los aceites que producen los ciudadanos de a pie en su día a día. Desde el 2021, Repsol está transformando aceites residuales —como el de cocina— en nuevos productos. «En los últimos tres años, en la refinería de A Coruña, hemos invertido más de 7 millones de euros para poder adaptar las instalaciones y la logística y llevar a cabo de esta operación de forma habitual», expuso.

Cisternas

Tras construir un nuevo descargadero de cisternas que les permite la recepción de aceite usado de cocina o de otros residuos agroalimentarios de proximidad que se suman a la vía marítima, Repsol está logrando revalorizar estos subproductos y convertirlos en carburantes renovables: «Son químicamente iguales a los combustibles convencionales y pueden ser utilizados directamente en los vehículos actuales», incidió.