Los más de 3.300 trabajadores del Banco de España gozan de derechos laborales mejores que los del resto desde hace años
22 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Si tuviera que poner la mano en el fuego, diría que el mejor convenio colectivo que se ha firmado en este país es el de los trabajadores del Banco de España. No es algo nuevo. La plantilla de la institución lleva gozando de unos derechos laborales mejores que los del resto desde hace muchísimos años. Suerte para ellos. El banco que gobierna el antiguo ministro José Luis Escrivá anunció el pasado día 21 de diciembre que la parte social y empresarial habían firmado el convenio colectivo 2023-2024. Curioso por tardío. También resulta curioso que no se facilite el texto del convenio porque, se excusan, todavía no está publicado en el BOE. No lo facilitan ni el Banco de España ni los sindicatos. Todos le restan importancia a su negativa e insisten en que «no se trata de oscurantismo», sino de la tramitación de un documento importante que puede sufrir cambios y que solo se hará público cuando aparezca en el Boletín Oficial del Estado. La explicación oficial suena poco convincente, y la ocultación del texto parece estar más relacionada con los celos que en otros colectivos el acuerdo pudiera despertar.
El Banco de España es la crème de la crème, es la élite del funcionariado en España. De acuerdo con las cuentas anuales del 2023, su plantilla está integrada por 3.321 personas, de las que 2.479 forman parte del grupo directivo (es decir, el 74,6% son... jefazos), 712 son administrativos y 130 forman parte del «resto» (categorías inferiores). El gobernador percibió un sueldo bruto de 195.360,75 euros (12 veces el salario mínimo) y complementos personales, por 36.018,33 euros. Los miembros no natos del consejo de gobierno perciben una asignación anual bruta de 61.201,29 euros; en caso de que pertenezcan a la comisión ejecutiva, dicha asignación bruta es de 76.805,32 euros.
Además de lo anterior, los miembros de los órganos de gobierno perciben cantidades iguales en concepto de dietas por asistencia a las sesiones de dichos órganos, fijadas en 1.213,26 euros por sesión del consejo de gobierno; y en 581,88 euros, por sesión de la comisión ejecutiva. Un dato, el SMI se sitúa entorno a 1.100 euros. Echen ustedes las cuentas y verán que son sueldos y complementos que levantan pasiones y envidias también.
Solo en salarios, el Banco de España desembolsó entre su plantilla 243 millones de euros. En esta cantidad no se incluyen las cotizaciones sociales (55,66 millones), con lo que el salario medio es de 74.000 euros en números redondos. Cierto es que las medias son siempre relativas (tres pollos para tres comensales pueden no tocar a uno para cada uno).
Según el último pacto, los trabajadores del Banco de España tendrán la subida salarial máxima del sector público en los años 2023 y 2024 (de acuerdo con un documento de CC.OO., se culmina una subida salarial global del 9,8 % desde noviembre del 2022 hasta octubre del 2024), y se les aplicará la que se apruebe para el 2025. También habrá una promoción vertical del 10 % para cada uno de los ejercicios y una promoción especial para los que lleven 14 años sin promocionar (por primera vez se tiene en cuenta en el cálculo de las personas promocionables a aquellas que cobran efectos económicos pero no pueden tomar posesión de la plaza). Tendrán la posibilidad de utilizar de forma discontinua permisos por hospitalización o enfermedad grave, podrán fraccionar hasta tres días de asuntos particulares en dos fracciones del 50 %, eliminar la incompatibilidad entre los distintos permisos y aumentar de dos a tres años la reserva de puesto de trabajo en excedencias de cuidado de menores y familiares.
Los trabajadores del Banco de España seguirán manteniendo beneficios como los vinculados al teletrabajo (se pagarán dos euros brutos diarios por cada jornada completa) y a las vacaciones. Porque ya saben ustedes: con fondos públicos (21,73 millones de eurazos) se les subvenciona estancias en castillos, residencias y hoteles ubicados en la montaña, para que disfruten del esquí; o en la costa, para que gocen del sol y la playa. ¿Envidia? Sí, para que nos vamos a engañar (y falta de entendimiento cuando nos hablan de contención del gasto y austeridad).