Alrededor de 400.000 jubilados en España ingresan casi el triple que 2,5 millones de trabajadores
ECONOMÍA
El 2025 arranca con una subida de la pensión máxima de casi el 3% y con el SMI congelado
31 dic 2024 . Actualizado a las 12:33 h.Con los últimos compases del 2024 toca hacer balance y, en lo que a pensiones se refiere, las cuentas se tambalean.
El acuerdo sellado en el marco del Pacto de Toledo para su revalorización automática y el aumento progresivo del colectivo de jubilados sigue añadiendo presión a un sistema que el Gobierno ha querido enmendar por la vía del aumento de las cotizaciones este 2025 -también las de los autónomos- para hacer frente a una factura que mes a mes marca nuevos máximos.
La subida este 2025 -del 2,8% las normales (vinculadas al IPC medio del 2024); 2,91% las máximas- tendrá un coste extra para el Estado de 7.297 millones de euros, según revela el informe de impacto presupuestario del último decreto anticrisis, aprobado el pasado 23 de diciembre, documento que ya está en el Congreso y al que ha accedido Europa Press.Y eso sin contar con la subida del 6% de las mínimas y el 9% en el ingreso mínimo vital (IMV).
Lo reseñable es que este año las pensiones máximas crecerán más que las medias (un 2,91%), hasta alcanzar los 3.267,6 euros al mes (45.745,7 euros al año). ¿Por qué? Así consta en el acuerdo alcanzado para la reforma de las pensiones del 2021. A la subida media de la inflación (se calcula desde diciembre del 2023 a noviembre del 2024) se le aplican otros 0,115 puntos adicionales.
Con estos números, en España ya habrá este mes de enero casi 400.000 pensionistas que ingresen en cuenta casi el triple de dinero que los 2,5 millones de empleados que trabajan por el salario mínimo interprofesional (SMI), que dará la bienvenida al 2025 congelado en los 1.134 euros, a la espera de un acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales para su alza.
Estas cifras y el sistema de pensiones en su conjunto será revisado este año por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), para determinar si hacen falta más ingresos, menos gastos o una combinación de ambas, tal como se estableció en la reforma de pensiones que lideró el exministro y ahora gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.