El Gobierno cierra filas en una rebaja de la jornada laboral de futuro incierto

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Mariscal | EFE

La vicepresidenta reta al PP a «reconciliarse» con sus votantes, aprobando en el Congreso una norma que ha ganado la calle

04 feb 2025 . Actualizado a las 20:51 h.

«Media hora al día parece pequeña cosa, pero significa que puedas hacer los deberes con tus hijos o que simplemente tengas más tiempo para ti». Así se ha referido la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al anteproyecto de ley para la rebaja de la jornada laboral semanal a 37,5 horas sin reducción de salario, al que este martes le ha dado luz verde el Consejo de Ministros. «Hoy es un día histórico», ha enfatizado, destacando que la reforma ha salido adelante tras once meses de negociación del diálogo social que cristalizó en un acuerdo bipartito entre Gobierno y sindicatos, aunque con la oposición de los empresarios, que consideran que debe acordarse en la negociación colectiva.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Díaz y su homólogo de Economía, Carlos Cuerpo, escenificaron la paz firmada hace unos días en torno a la reducción de la jornada, después del enfrentamiento -acusaciones personales incluidas- entre ambos en los últimos meses, ya que Cuerpo era partidario de dar más tiempo a la implantación de la rebaja horaria, alineándose con la patronal para dar más facilidades a las pymes en su adaptación al nuevo marco. Por contra, Díaz nunca se movió de su planteamiento de aprobar la normativa ya y tramitarla por vía de urgencia, algo imprescindible para cumplir el acuerdo de Gobierno de implementarla antes de que concluya este ejercicio. De hecho, esta misma mañana, durante la presentación de los datos del paro de enero, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, señaló que esperaba que la norma llegue al Congreso «a finales de febrero o principios de marzo», para que entre en vigor lo antes posible.

Presión al PP

Preguntada sobre la posibilidad de que Junts finalmente no apoye la medida y sobre si ya la han negociado con la formación de Puigdemont, Díaz respondió que el Gobierno no tiene lineas rojas y que negociará con todos los grupos, pero todavía vivo lo ocurrido con la votación del decreto ómnibus en el que se incluía la revalorización de las pensiones, aprovechó para trasladar la presión al PP. «La pregunta que me hago es si el PP va a aprovechar esta oportunidad histórica para reconciliarse con sus votantes, que también quieren ver reducida su jornada laboral», espetó, recordando la posición de los populares en la votación de la reforma laboral o que se abstuvieron cuando se debatió en el Congreso la rebaja de la jornada, pese a que -dijo- la medida ha ganado la calle.

«Es un paso para mejorar la vida de la gente», repitió en su intervención la vicepresidenta segunda, insistiendo en que la medida «tiene una fuerza sustancial. Y la fuerza es de la gente, no de las formaciones políticas».

 La ministra de Trabajo subrayó que hoy es un «día histórico» para los 12 millones de trabajadores que se verán beneficiados de la reducción de jornada cuando esta entre en vigor. «Hoy es un día en el que merece la pena formar parte del Gobierno de España», fueron las palabras con las que arrancó su intervención, en la que recordó que «han transcurrido más de 41 años en los no se ha modificado la reducción o la jornada laboral en nuestro país. También es un día histórico en Europa. Hace más de dos décadas que ningún Estado miembro reduce la jornada laboral en Europa», aseveró.

«El trabajo es un medio, no una mercancía. Las personas no viven para trabajar, sino que trabajan para vivir», defendió, antes de destacar la importancia de la nueva norma sobre la jornada laboral, que permitirá aumentar la productividad.

Control de la inspección y derecho a desconectar

Para la vicepresidenta, lo más importante de este anteproyecto es la reformulación del control horario, que ha definido como la medida «estrella» de esta norma. «El registro horario va a ser modificado, va a ser propio del siglo XXI, va a ser digital, interoperable, con control remoto y en el que la Inspección de Trabajo va a saber en tiempo real cuáles son las jornadas que cualquiera va a hacer», ha explicado la ministra.

Asimismo, se ha detenido en que el cambio normativo incluye el derecho irrenunciable a a la desconexión digital. «Ningún trabajador ni trabajadora española va a tener que responder a un correo, a una llamada, ni siquiera de un ministro o ministra, cuando estén fuera de su jornada laboral», ha apuntado.

Una vez aprobado, este anteproyecto recibirá los preceptivos informes del Consejo de Estado y del CES antes de volver al Consejo de Ministros como proyecto de ley, lo que Trabajo estima que se producirá en torno a finales de febrero. Después, cerca de principios de marzo, entrará ya en el Congreso, donde los grupos parlamentarios podrán introducir enmiendas antes de su aprobación definitiva.

El objetivo de Trabajo es que la norma esté publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del verano para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación, pues, según lo acordado, los convenios colectivos que tengan más de 37,5 horas semanales de jornada en promedio anual tendrán hasta el 31 de diciembre de este año para adaptarse a la jornada máxima de 37,5 horas.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha afirmado, por su parte, ha considerado «muy simbólico» que este martes se presente en Consejo de Ministros un avance de derechos sociales como el que supone la rebaja de jornada y a la vez la mejora de las previsiones económicas del Gobierno, ya que se ha aprobado el nuevo cuadro macroeconómico. Así, ha indicado que el Gobierno mantiene dos ejes claros de política económica: reforzar el crecimiento y que esa fortaleza económica sirva para avanzar en conquistas sociales como las 37,5 horas.

Pymes, hostelería o el campo, en contra de una imposición general

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, insistió en que, igual que había ocurrido con la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional, que no habían destruido empleo sino todo lo contrario, pese a la resistencia y las críticas catastrofistas de «los empresarios, la academia y el neoliberalismo», la rebaja de la jornada a 37,5 horas tampoco perjudicará al mercado laboral ni al crecimiento de las empresas.

Sin embargo pymes, hostelería o pequeño comercio discrepan de su análisis y volvieron a manifestarlo. Y es que cabe recordar que el impacto será principalmente en las pymes, puesto que las grandes compañías ya tienen pactadas jornadas inferiores a 40 horas.

Además de la ya conocida postura contraria de la CEOE, la patronal catalana Foment del Treball rechazó la bajada a 37,5 horas semanales por considerarla «insuficiente y perjudicial para las empresas». Reiteró que las medidas relacionadas con el tiempo de trabajo se deben tratar a través de la «negociación colectiva y el diálogo social bipartito».

«Foment no está en contra de la reducción de la jornada laboral por principio, sino de la reducción generalizada por ley y de forma uniforme para todos los sectores», recordó la patronal catalana, alertando de que la medida implica costes adicionales, «especialmente para las pequeñas y medianas empresas, donde los recursos financieros son limitados».

También la patronal Pimec criticó que se haya planteado «de forma coercitiva», lo que pone en riesgo la viabilidad de las pymes y su seguridad jurídica, lamentando que no se haya abordado con «una visión de 360 grados y teniendo en cuenta otras cuestiones como la productividad, el absentismo o la carencia de profesionales cualificados».

«Se ha impuesto sin tener en cuenta las particularidades del sector agrario y sin consenso con la patronal, lo que generará serias dificultades para las explotaciones agrícolas y ganaderas en todo el país», señalaron desde la organización agraria Asaja, en un malestar que comparten otros de los sectores más afectados, como la hostelería o el pequeño comercio.

De hecho, la organización empresarial Hostelería de España advirtió ayer que la reducción de jornada a 37,5 horas semanales «lo que viene es a traer un problema más» al sector en cuanto al empleo, que ya padece falta de personal, y recordó que hay actividades económicas que «lo tienen más complicado» que otras.

Durante la inauguración del quinto Foro Nacional de Hostelería, el vicepresidente de esta patronal, José Luis Álvarez Almeida, hizo un llamamiento a los políticos para que les «dejen» trabajar y «ayuden» a tener «mejor capacidad de atender al cliente». «En este sector sabemos trabajar con problemas, pero no se le pueden poner palos en las ruedas, hay que ayudarle», reclamó.

El trámite parlamentario será la ventana de oportunidad para flexibilizar su aplicación y articular ayudas para implantarla.

Las redes acusan de machismo a Amor por un comentario sobre el traje de Díaz

El presidente de la federación de autónomos ATA, Lorenzo Amor, provocó un incendio en las redes sociales a cuenta de un comentario sobre el impoluto traje blanco de la vicepresidenta y ministra de Trabajo. Yolanda Díaz acudió a un desayuno informativo de Amor, también vicepresidente de la CEOE. En su intervención, el líder de la organización de autónomos —que ayer anunció que se presentará a la reelección— se refirió a la elección del color del traje de Díaz señalando que evidenciaba que era un día «muy importante» para ella, dada su querencia por usar determinados colores para subrayar momentos clave. Sus palabras fueran acogidas en las redes sociales con críticas de machismo.

«Voy a hablar de un día importante, y sobre todo un día importante para la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno. Para ella es un día importante: yo, cuando la he visto llegar con su traje marfil, ya sabía que es un día importante para ella porque ella se pone este tipo de colores y estos trajes cuando comparece en Consejo de Ministros para dar la rueda de prensa y contar cosas de las que se siente satisfecha», dijo Amor, que continuó dirigiéndose a Díaz.

«Lo sabes, porque así te lo he dicho siempre, que para nosotros, los empresarios y los autónomos que generamos empleo, no es tan importante el día», lamentó, para concluir con un guiño irónico a la ministra y su medida estrella: «Aunque hoy se apruebe la reducción de jornada, tú y yo vamos a trabajar más de ocho horas seguro».