Los pagos con tarjeta y a través de Bizum ganan terreno al efectivo

Clara Alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Los españoles prefieren el plástico para realizar compras pequeñas y transferencias para las de mayor importe

21 feb 2025 . Actualizado a las 18:42 h.

Pagar con tarjeta o a través de aplicaciones como Bizum es algo cada vez más habitual en los comercios españoles. Es cierto que el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en el día a día, pero desde 2020 -a raíz de la pandemia- ha ido perdiendo terreno frente al crecimiento de otras fórmulas para hacer frente a los gastos.

Según el Banco de España, el número de operaciones de pago con instrumentos distintos al dinero físico aumentó un 11,4% en el primer semestre del 2024 frente al mismo período del año anterior, hasta contabilizar un total de 8.669 millones de transacciones. Las estadísticas publicadas por el supervisor también reflejan un incremento del 5,4% en el volumen, hasta sumar 6,1 billones de euros en total. De esas cifras, los pagos con tarjeta aglutinaron el 64,2% de las operaciones, mientras que las transferencias coparon otro 16,3%.

Lo curioso es que si se atiende al importe de cada uno de estos medios de pago, la situación es la contraria: las transferencias concentran el 88,4% del importe abonado (en esos términos de operaciones sin efectivo), mientras que las tarjetas supusieron el 2,9% del total. Es decir, los españoles prefieren utilizar el plástico para realizar pequeños pagos -por ejemplo, comprar prendas de ropa, pagar un aperitivo o incluso una barra de pan-, mientras que las transferencias se emplean para operaciones de mayor importe. En línea con otros países europeos, el gasto medio por pago con tarjeta fue de 32 euros en el período analizado, con una media de dos tarjetas por habitante.

Fórmula inmediata

Además de estas alternativas, las transferencias inmediatas a través de Bizum son cada vez más habituales en el sistema. De hecho, y según el Banco de España, esta fórmula ya es el segundo medio más utilizado en los pagos entre particulares, solo por detrás del efectivo, pero ganando mucho terreno entre los segmentos más jóvenes y las personas con niveles educativos superiores, tal y como indica en otro informe reciente el supervisor. El primero de estos colectivos, los de menor edad, no suele ser tan asiduo a sacar dinero en el cajero automático, tras un período en el que la banca ha recortado de forma notable el número de terminales, hasta situarlos en 37.473 a cierre de junio del 2024, un 2% menos que el año anterior. De todos ellos, el 96,8% aceptaba pagos sin contacto.