Naturgy pedirá compensaciones si la planta de Altri afecta a su actividad de generación eléctrica en el Ulla

Ana Tuñas Matilla MADRID / EFE

ECONOMÍA

José Ramón Moire

Alega que tiene prioridad en el uso de las aguas y anuncia que reclamará a Greenfiber si se ve perjudicada

24 feb 2025 . Actualizado a las 11:17 h.

Naturgy considera que tiene prioridad en el uso del agua del río Ulla frente a la controvertida macroplanta de celulosa soluble y liocel (fibra textil) proyectada por Altri en Palas de Rei (Lugo) por lo que reclamará a Greenfiber, la empresa promotora del complejo industrial —participada por la pastera portuguesa y por la gallega Greenalia—, que la indemnice cuando por la actividad de la fábrica su producción hidroeléctrica se vea afectada.

Augas de Galicia ha emitido un informe en el que da el visto bueno a que la planta, que ha solicitado concesión de aguas durante 75 años, pueda usar hasta 46 millones de litros al día del río, de los que devolverá una parte una vez tratados. Por su parte, la concesión a Naturgy para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Ulla vence en el 2061.

En la alegación presentada por la eléctrica durante el proceso de información pública al que se sometió el procedimiento ambiental y la solicitud de concesión del aprovechamiento de aguas del río Ulla presentada por Greenfiber, Naturgy deja patente que ellos estaban primero y que tienen uso preferente del agua.

En el documento, al que ha tenido acceso Efe, Naturgy recuerda que es titular de una concesión para el aprovechamiento integral del río Ulla para la producción eléctrica en las centrales de Portodemouros, Brandariz y Touro.

Prioridad tras el abastecimiento humano y agrícola

Para defender su posición, señala que, según la Ley de Aguas (artículo 60), los únicos usos privativos del agua que serían preferentes al uso para el que Naturgy tiene concesión son el abastecimiento de población y el regadío y usos agrarios.

Dado que las obras de Greenfiber concebidas para un uso distinto, «resulta evidente la preferencia del uso de Naturgy sobre el del solicitante de autorización», añade el texto.

Teniendo prioridad de uso y siendo su concesión, además, anterior a la solicitada por Greenfiber, «Naturgy se reserva el derecho a reclamar la indemnización correspondiente a la afección que esta detracción [de agua] produzca sobre el aprovechamiento integral del río Ulla», en concreto, en la producción de la central de Portodemouros y en la de otras dos aguas abajo (Brandariz y Touro).

Y esto es así, defiende el representante de Naturgy en la alegación, porque el volumen de agua que se va a detraer para la planta será para uso «consuntivo» (aquel en el que el agua es transportada a su lugar de uso y la totalidad o parte de ella no vuelve al río) y, por tanto, «no podrá ser utilizado para producir energía en los aprovechamientos de los que mi representada es titular».

La energética recuerda también que el embalse de Portodemouros tiene unos niveles máximos y mínimos (el primero por seguridad y el segundo para mantener el caudal ecológico) que hay que respetar, sin que, en ningún caso, «la nueva concesión pueda suponer limitación alguna a la explotación en su normal funcionamiento, presente o futuro».

Asimismo, «Naturgy no se hace responsable de las afecciones que la explotación del embalse y de las centrales hidroeléctricas pueda ocasionar al nuevo concesionario como consecuencia de las variaciones u oscilaciones en el nivel de las aguas, tanto durante la explotación normal de las centrales, como en situaciones extraordinarias de bajadas o avenidas».

También reclamará en caso de daño ambiental

Respecto a las medidas medioambientales, señala que en el caso de que durante la instalación o a causa de la actividad de la fábrica se produjera algún tipo de impacto ambiental no se responsabilizará del mismo y le reclamará a Greenfiber los gastos que pudieran derivarse de su eliminación.

Entre los daños ambientales, menciona posibles vertidos, emisiones, vibraciones u otros potencialmente perjudiciales para la salud de las personas y o para el medio ambiente.

Greenfiber ha solicitado para su planta de Palas concesión de aguas por 75 años para captar del embalse de Portodemouros hasta 46 millones de litros al día, el equivalente al consumo de toda la provincia de Lugo y de los que devolvería al río unos 30.000, una vez depurados.

Entre otras cuestiones, en su informe, Augas de Galicia, que depende de la Xunta, concluye que Gama es compatible con los objetivos medioambientales establecidos en la planificación hidrológica y que el vertido que hará no afectará al estado de las masas de aguas gracias a la reducción de nutrientes y medidas preventivas y correctivas propuestas.

En el resumen del informe facilitado a Efe, al respecto de la producción hidroeléctrica, solo se menciona que el embalse de Portodemouros, del que tomará el agua Gama para sus procesos productivos, «está sometido a normas específicas que determinan los niveles de agua para su explotación hidroeléctrica».

El proyecto avanza en su tramitación a pesar del rechazo social que genera, principalmente por su impacto ambiental (se han presentado más de 27.000 alegaciones, según la Xunta), aunque está pendiente de lograr las preceptivas autorizaciones ambientales y de cerrar su financiación para poder convertirse en realidad.