Santander celebra el centenario del edificio del Banco Pastor en A Coruña
ECONOMÍA

«Galicia tiene recursos y talento», afirma el consejero delegado de la entidad
06 mar 2025 . Actualizado a las 11:56 h.«Tienes la sensación de estar en Manhattan», expresó ayer Ignacio Juliá, consejero delegado de Banco Santander España, en la sala central del antiguo Banco Pastor de A Coruña. En el corazón financiero de la ciudad, la esquina achaflanada del edificio funciona como un mascarón de proa apuntando al puerto del que hace un siglo partieron centenares de miles de emigrantes hacia América y por el que entraron, ya en la década de los 20, el capital indiano y los rendimientos del transporte marítimo que sufragaron la Galicia contemporánea. «Tenéis recursos, talento y una actitud única, abierta a los negocios, a emprender, a la exportación. Sois líderes en España; el peso en el PIB supera el 40 %, 14 puntos más que la media estatal», destacó Juliá, que alentó al auditorio a abrir vías de cooperación público-privada, «simplificar las dificultades regulatorias» y aprovechar «los ecosistemas innovadores, con colaboraciones con las universidades», para «liderar el futuro en España». «Vais a tener el apoyo de Santander España en los 150 países en los que podemos ir de la mano», ofreció el consejero delegado de la entidad.
El directivo presidió la presentación del programa con el que Santander planea celebrar este año el centenario del edificio coruñés, proyectado por los arquitectos Antonio Tenreiro y Pelegrín Estellés a la manera de la escuela de Chicago y que actualmente es propiedad de la Fundación Barrié. El del Pastor, icono de una floreciente burguesía industrial y financiera necesitada de símbolos, fue el edificio más alto de España y desde antes de su inauguración, en 1925, fue un prodigio de audacia y ansias de progreso: aunque hizo trizas la legalidad urbanística, que no autorizaba ni la mitad de su altura, logró despertar el entusiasmo de la corporación municipal y, tal y como recordó ayer la alcaldesa, Inés Rey, «el 25 de julio de 1923, ya en obras, la bandera gallega ondeaba sobre el andamio». Bien está, recogen las crónicas de la época, «que desaparezcan aquellos edificios de anticuado aspecto de lugar tan céntrico».
El edificio inspirará visitas, ponencias sobre arquitectura y las Conversaciones de 100 años que el Santander impulsará a lo largo de este año, reuniendo a compañías centenarias gallegas con otras novísimas. Y en su primera edición, fue Pablo Pazos, fundador de Barkibu, una start-up dedicada a la salud de las mascotas que duplica la facturación cada año desde el 2021, quien alumbró las nuevas funciones de la arquitectura financiera.
El nuevo uso de la oficina
«Se tiende a quitarle valor a los Work Café, y cuando estás montando una compañía, ya no es solo el capital, es que no quieres perder tiempo en buscar oficina, pelearte con Vodafone o adecentar el espacio porque tienes que hacer una videoconferencia y no tienes un duro. En Madrid o Barcelona encuentras, pero en ciudades pequeñas no tienes o a veces no hay sitio. Creo que el mejor uso que existe para las oficinas es este. Porque, ¿quién va a las oficinas? Mi primera cuenta la abrí en ING y ahora tengo otra en el Santander porque me dejáis no ir a la oficina», advirtió Pazos entre risas del auditorio.
«Pablo, vamos juntos. Yo fui consejero delegado de ING [hasta septiembre] y ahora también estoy en el Santander», aprovechó Ignacio Juliá, que vinculó los nuevos espacios «también a nuestra forma de relacionarnos, de organizar encuentros, conectar a las personas y ayudar al desarrollo de la sociedad», defendió.
«El foco es saber decir que no a muchas ideas que son buenas, que van a funcionar y que te van a dar dinero»
«A los bancos les pediríamos velocidad y claridad en la respuesta a las empresas. A las start-up no nos duele el no, nos duele la incertidumbre. La inversión al final la levantamos de los fondos de capital riesgo», desveló Pablo Pazos, fundador de la empresa emergente dedicada a la salud de las mascotas Barkibu, en la charla que compartió con Artur Yuste, director general del Grupo Cuevas, en la primera de las Conversaciones de 100 años que el Santander programará en este 2025. «Nosotros tenemos 157 años. Producimos el 90 % del marrón glasé de España. Somos una empresa pequeña. Cuando nos llegó el momento de que o creces o mueres, decidimos crecer y ahora estamos en ocho provincias», avanzó Yuste, que midió la innovación en «la capacidad de cambiar constantemente para anticiparte a lo que demanda la sociedad». Sobre la captación de talento, el director general del Grupo Cuevas trazó dos vías: «Sacar chequera, que es lo fácil, o contagiar el proyecto que te hierve en la cabeza».
El mejor talento
Pazos concordó en que el dinero no consigue el mejor talento: «A veces lo que consigues son mercenarios, cuando lo que hay que encontrar es a la gente adecuada, porque los que solo son buenos acaban trayendo a los mediocres», razonó el emprendedor, que pasó en solo un año de facturar tres millones de euros a alcanzar los 25 millones. Además, Barkibu aspira a liderar el mercado europeo de pólizas de salud para mascotas. Una de las claves para seguir creciendo, subrayó, es el análisis de los errores. «Soy muy radical con la complejidad exponencial que implica abrir muchas puertas y atacar demasiado. Esos son los errores que pesan. Cuando la cosa va bien, te salen oportunidades por todos lados. Error bestial. El foco —define— es saber decir que no a muchas ideas que son buenas, que van a funcionar y que te van a dinero, porque a largo plazo es lo que tienes que hacer», resumió este emprendedor.