
El hostelero, que murió tras una larga enfermedad, representaba los intereses de restaurantes, bares y pubs desde el año 2017
10 mar 2025 . Actualizado a las 17:01 h.El sector de la hostelería amaneció ayer de luto. José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España desde junio del 2017, falleció esta pasada madrugada tras luchar los últimos meses contra una larga y «terrible enfermedad», según el comunicado enviado por la patronal hostelera.
Aragonés, algo de lo que siempre presumió, inició su vinculación con el mundo asociativo en el año 2001 presidiendo la asociación de Restaurantes de Zaragoza, integrada dentro de la Federación de Hostelería Horeca Zaragoza que presidió hasta el año 2017. También fue miembro del pleno de la Cámara de Comercio de Zaragoza y presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón.
Hostelería de España había convocado el próximo 18 de marzo una asamblea para designar a José Luis Álvarez Almeida nuevo presidente en sustitución de Yzuel. Tras su fallecimiento, los vicepresidentes asumirán la presidencia en funciones de Hostelería de España hasta las elecciones generales previstas para el 18 de marzo.
Cuarta generación
Hostelero de cuarta generación —él solía decir que había nacido «en un hotel en Sariñena» (Huesca)—, desde el año 84 y durante 25 años ya en Zaragoza, ostento la concesión de la cafetería de la delegación de Hacienda en Zaragoza al mismo tiempo que mantuvo también la concesión del Club Náutico de la ciudad. Además de dirigir pequeñas concesiones y otros negocios, también tuvo una empresa de cátering.
En los últimos años era empresario con varios establecimientos en franquicia de La Tagliatella en Madrid y Zaragoza, además de la Finca de eventos y banquetes y la Sala de conciertos la López situadas también en Zaragoza.
Desde la CEOE, donde era miembro de la Junta Directiva, destacan la «cercanía, unidad y diálogo» con las que ejerció su liderazgo al frente de las empresas de hostelería, «poniendo en valor siempre la importancia de la que él denominaba ‘la industria de la felicidad’».