
La antigua Bazán construyó en Ferrol hace tres décadas el portaviones Chakri Naruebet
11 mar 2025 . Actualizado a las 16:48 h.La Armada de Tailandia (Royal Thai Navy) ha adjudicado a Navantia el proyecto de compra de sistemas para su buque de transporte anfibio HTMS Chang, construido en astilleros chinos y entregado el pasado año. Diversos medios de comunicación asiáticos se han hecho eco de que la empresa española había sido ganadora de la licitación, e informaron de que el valor del encargo ronda los 25 millones de euros.
La Marina del país había abierto el concurso para dotarse de sistemas de gestión de combate, vigilancia, control de incendios, de armas y giroscópicos, junto con los equipos de apoyo relacionados.
Por el momento no se ha producido la firma del contrato, que incluirá, según los medios especializados tailandeses, el Sistema de Gestión de Combate CATIZ (CMS) de la empresa pública española y el sistema de control de fuego Dorna (Dirección Optrónica Radárica Naval). También está prevista la adquisición de dos estaciones navales de armas teledirigidas (RCWS) Sentinel 30, que serán proporcionadas por el grupo español EM&E para complementar el armamento ya instalado en el mencionado tercer buque de desembarco anfibio.
El pasado verano, algunas informaciones publicadas en el país ya apuntaban a que la Marina tailandesa había fijado su mirada en la compañía pública española para la modernización de parte de su flota. Ahora, adelantan que, además de esa adjudicación para la mejora tecnológica del barco de transporte anfibio, Navantia también proporcionará el mencionado sistema de gestión de combate para mejorar las capacidades de dos patrulleros de altura de la clase HTMS Pattani, el HTMS Pattani y el HTMS Narathiwat.
Portaviones de sello ferrolano
La selección de la empresa española se produce 28 años después de que la antigua Bazán construyese en Ferrol un portaviones, el Chakri Naruebet, el primero para la flota de ese país. Está basado en el Príncipe de Asturias, de la Armada española, y fue erigido entre 1994 y 1996, aunque entró en operación un año después.
Ese encargo procedente de Tailandia convirtió a España en el primer país del mundo en exportar un barco portaviones.
En la botadura de la embarcación participaron las reinas de los dos países.