Alcoa prevé perder entre 61 y 79 millones brutos este año por el arranque «obligado» en San Cibrao
ECONOMÍA

Reitera que no hará el horno de cocción al menos hasta el 2028
18 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Alcoa presentó el pasado 16 de abril sus cuentas relativas al primer trimestre del año. La multinacional reportó músculo ante sus accionistas, con unos beneficios de 568 millones de dólares (500 millones de euros) entre enero y marzo, cuando hace un año registró pérdidas de 145 millones en el mismo período. La situación de la planta de San Cibrao protagonizó otra vez buena parte de la exposición de resultados. La empresa insistió en que arrancará su fundición española por obligación, la de haber firmado con la plantilla un acuerdo para un cese temporal de la actividad, y en que no retomará el proyecto para construir el horno de cocción de ánodos —inversión incluida en dicho pacto— al menos hasta el 2028. Además, anunció las pérdidas que prevé por el reinicio de la producción.
Junto a los aranceles de Trump a las importaciones desde Canadá —un quebradero de cabeza para Alcoa— citó la compañía el arranque en San Cibrao. La multinacional prevé para el segundo trimestre del año «impactos desfavorables» en su segmento de aluminio, que cuantifica en 105 millones de dólares: 90 a causa del proteccionismo estadounidense y 15 por el reinicio de la actividad en Cervo.
Tras firmar una alianza con Ignis Equity Holdings para inyectar cien millones de dólares en el complejo industrial de San Cibrao, Alcoa afirma estar centrada en «restaurar de forma segura» la electrolisis de Cervo. Alega haber firmado contratos a corto plazo de energía y que tiene ya permiso para ampliar la balsa de lodos rojos, el vertedero de la fabricación de alúmina. Sin embargo, recuerda que arrancará «para cumplir con lo firmado en el acuerdo de viabilidad, rubricado en el 2021 cuando cesamos la producción por los desorbitados precios de la energía». Y anuncia pérdidas: el arranque supondrá, argumenta, números rojos en el ebitda —resultado bruto de explotación— de entre 70 y 90 millones de dólares en el 2025 (61 y 79 millones de euros). Consumirá entre 90 y 110 millones de dólares de efectivo. No especula, consultada al respecto, sobre el 2026, aunque entiende que el agujero será mayor en el 2025 «debido a las ineficiencias del reinicio».
De este modo, Alcoa avanza una «estrategia de cobertura» para que la planta de aluminio opere dentro de los límites de la inversión propuesta y mitigar los riesgos financieros que prevé entre el 2025 y el 2027, el «período de recuperación» previsto antes de que haya ganancias. Admite que quiere disponer ya de 50 millones de dólares reservados para el horno de cocción, pero no cuenta con ello: depende del comité para poder destinar a otros fines el dinero depositado como aval de que se realizaría la inversión.
Y es que en Alcoa San Cibrao hay ya dos hojas de ruta: la de los sindicatos, que reivindican el acuerdo firmado, y la de la multinacional, que se ciñe al corto plazo. Tanto, que insiste en que la «carga financiera» que supondrá el arranque no compensa el beneficio potencial de aumentar en 200.000 toneladas su producción en Europa, en un contexto en el que la UE sopesa establecer sus propios aranceles en respuesta a los de Trump.