Bruselas insta a España a acometer una reforma fiscal integral porque será el país con más gasto en pensiones

ECONOMÍA

Recuerda que solo Irlanda y Malta recaudan menos a través del IVA y cuestiona el impuesto sobre la riqueza
25 jun 2025 . Actualizado a las 08:22 h.A la Comisión Europea no le salen las cuentas. Después de examinar las reformas que ha emprendido el Gobierno español en los últimos años -la de más calado, la de las pensiones-, sus funcionarios concluyen en que será necesario subir «significativamente» los impuestos o «redefinir las prioridades de gasto en los próximos años» para cuadrar los números.
Según sus cálculos, para cumplir con los compromisos adquiridos, España deberá dedicar «un creciente porcentaje de sus ingresos públicos al pago de las pensiones», elevando de forma constante la carga fiscal hasta mediados de siglo. Para entonces, España será el país que más recursos dedique de media a esta partida (41% de lo recaudado vía impuestos), por delante de Portugal (39,1%), Italia (38,8%) y Rumanía (38,3%). De hecho, será el país que experimente un mayor incremento en el gasto, hasta llegar a su pico (2051) cuando esta partida absorberá el 17,3% de la riqueza anual (PIB).
Por todo ello, en su Informe Anual de Fiscalidad 2025, que ha hecho público este martes, insta al Gobierno español a acometer una reforma fiscal integral que «mejore la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo». Y da una pista de la dirección que habrá que tomar: «Países con un mayor gasto en pensiones, como España, tienen una presión fiscal persistentemente por debajo de la media de la UE». En otras palabras: para sufragar las generosas pensiones del 2050, habrá que elevar los impuestos, a menos que se le dé una vuelta de tuerca al sistema.
Bruselas alberga serias dudas de que las optimistas previsiones de crecimiento para estas décadas sean suficiente para cubrir el agujero que abrirán las pensiones en las arcas públicas. Por eso ha forzado al Gobierno a revisar en profundidad la última reforma -impulsada por el exministro José Luis Escrivá- para junio del 2026. Será la AIReF la que lleve a cabo la tarea.
En el documento también se señala que, paradójicamente, siendo España el país que más problemas ha tenido en la última década para mantener equilibradas sus cuentas públicas, lidere el gasto en pensiones.
Y, ¿quién paga todo esto? Los trabajadores en activo, porque lo que ha cotizado la cohorte que va en retirada no alcanza para pagar la cuenta. De hecho, Bruselas estima que para mediados de siglo, España será el país de la UE que más presión ejerza sobre las cotizaciones laborales (más del 50% del total de los ingresos fiscales) para cumplir con los jubilados.
Subida de impuestos
Todos los cálculos apuntan en una dirección: una subida de impuestos. A pesar de que muchas voces en el mundo empresarial español hablan de un infierno fiscal, hay 14 países en la UE que recaudan un mayor porcentaje de ingresos procedentes de gravámenes. Si la Administración española ingresa cada año el equivalente al 36,9% del PIB, sus homólogas de Dinamarca, Austria o Francia se llevan el 44,6, el 44,5 y el 43,4%, respectivamente.
Además, los funcionarios europeos detectan ciertas ineficiencias en los impuestos que aplica España. El ejemplo más claro es la tasa sobre la riqueza (se aplica de forma gradual a todos los activos a partir de 700.000 euros) que, aunque se introdujo con el argumento de que sería efectivo para generar más ingresos, redistribuirlos y reducir la desigualdad, en la práctica se ha traducido en unos «posibles efectos negativos» como la fuga de capitales y una potencial pérdida de la iniciativa empresarial y de la asunción de riesgos, además de unos costes administrativos muy altos. «Las tasas sobre la riqueza han sido abolidas en la mayoría de países de la UE a lo largo de las décadas pasadas, con España siendo en la actualidad el único país con este impuesto». Asimismo, sugieren introducir una tasa de salida para el capital para hacer frente al creciente reto que supone la movilidad de los contribuyentes.
La Comisión Europea tiene los ojos puestos en el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Año tras año, sus autoridades vienen advirtiendo al Gobierno español que aplica el tipo reducido (10%) a una gama demasiado amplia de productos y servicios, lo que ha hecho que sea el tercer país que menos recauda a través de este impuesto, solo por detrás de Irlanda y Malta. Esta tasa grava el consumo, por lo que las altas rentas son las más favorecidas por esta laxitud fiscal.