Trump cambia el foco arancelario y presiona directamente a las empresas

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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Logo de Nvidia Mike Blake | REUTERS

La víspera de entrar en vigor las tasas del 30 % a China, trasciende que Nvidia y AMD ceden a EE.UU. el 15 % de los ingresos por la venta de chips a ese país

11 ago 2025 . Actualizado a las 19:40 h.

Donald Trump no piensa dejar bolsillo sin tocar en su declarada cruzada por sanear las finanzas públicas norteamericanas. Su estrategia de imponer aranceles desorbitados y unilaterales, para obligar a negociar a los países con los que comercia Estados Unidos, fue la primera fase de una política que —planeada o improvisada, algo que con el republicano es casi imposible saber— ahora ha cambiado el foco, para ponerlo directamente sobre las empresas.

Así, a la presión arancelaria general que EE.UU. ha impuesto a los países —dinamitando el libre comercio del que fue adalid—, el presidente añade exigencias al tejido empresarial, a cambio de escapar a las penalizaciones por comerciar o fabricar fuera de suelo estadounidense. Según publicó este lunes Financial Times, las tecnológicas estadounidenses Nvidia y AMD han pactado la cesión al Gobierno del 15 % de los ingresos obtenidos con la venta en China de microchips de tecnologías avanzadas como la IA.

La cesión forma parte de un acuerdo con la Administración Trump para obtener licencias de exportación para sus semiconductores, en un movimiento sin precedentes, ya que, según los expertos, ninguna empresa estadounidense ha pactado nunca pagar una parte de sus ingresos para conseguir esas licencias. El periódico destaca que este insólito movimiento responde a un patrón de la Administración Trump para relocalizar la producción, atrayendo empleos e ingresos a EE.UU. La fórmula es empujar a las empresas a tomar medidas —como realizar inversiones nacionales— para eludir los aranceles.

En el caso de Nvidia, el pacto consiste en compartir el 15 % de los ingresos por la venta de chips H2O en China, mientras que AMD aportará el mismo porcentaje de los ingresos por chips MI308. A qué destinará el dinero la Administración aún es una incógnita.

AMD no ha querido confirmar el acuerdo, mientras que Nvidia afirmó seguir las normas que el Gobierno estadounidense establece para su participación en los mercados mundiales.

Las tecnológicas ceden a la presión

Ambas tecnológicas, sin embargo, no han sido las primeras en acabar cediendo a la presión de Trump. La pasada semana la Casa Blanca confirmó que Apple invertirá en EE.UU. 100.000 millones de dólares adicionales a los 600.000 millones (unos 515.643 millones de euros) que inyectará en cuatro años. Entre los proyectos que financiará para evitar los aranceles están la construcción de una planta de fabricación de servidores en Houston (Texas) o la apertura de una academia para proveedores en Míchigan.

También la taiwanesa TSMC, la mayor fabricante mundial de chips avanzados, se librará del arancel del 100 % que EE.UU. planea imponer a la importación de semiconductores, gracias a sus inversiones de 165.000 millones de dólares en el país y a la planta que ya tiene operativa en Arizona.

Sin embargo, aunque el republicano apriete a las empresas, tampoco se olvida de los Estados en su cruzada de America first (América primero). Así, este lunes, víspera del fin de la tregua para aplicar gravámenes a China, y sin que haya trascendido si se aplazarán otros 90 días, como llegaron a insinuar ambos países, Trump instó al gigante asiático a «cuadruplicar rápidamente» la compra de soja a EE.UU. China, por su parte, se limitó a indicar que espera «esfuerzos» por parte de EE.UU. para lograr un «resultado positivo basado en la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo». Las últimas tasas acordadas se situaban en el 30 % para China y en el 10 % para EE.UU.

Tras meses de sobresaltos, los mercados mantuvieron la calma. El Ibex 35 cerró ganando un 0,21 %, por encima de los 14.850 puntos.