El tequila se hace fuerte en España, su segundo mercado mundial, por detrás de EE.UU.
ECONOMÍA

Las importaciones se han duplicado en los últimos cinco años
23 sep 2025 . Actualizado a las 08:45 h.El tequila, emblema de la cultura mexicana, se abre camino en el mundo, y ha encontrado en España un espacio cada vez mayor en los anaqueles de los establecimientos. Según datos del Consejo Regulador del Tequila, en el 2024 el país importó siete millones de litros por valor de más de 228 millones de euros. Es más, desde el 2019 se ha duplicado la cantidad de litros que han entrado al país, una tendencia que, apuntan desde el organismo, continuará al alza. Con esas cifras, España se posiciona como segundo mayor importador mundial de tequila, por detrás de Estados Unidos, rebasando a mercados ya consolidados para esta bebida, como Canadá, Alemania o Colombia.
Un salto ese que ha venido acompañado de cambios en la manera en que se consume. Ya no se trata solo de cremas de tequila o mixtos para coctelería. Marcas de renombre y clases de mayor pureza han aumentado su presencia en las tiendas. La oferta se ha diversificado. La cartera de Grupo Cuervo sigue imperando, pero otros sellos de prestigio, como Herradura, Don Julio y Patrón han ido ganando renombre en España.
José Cuervo es el grupo tequilero más grande del mundo y lleva ya más de dos décadas en tierras españolas. Entre los productos que comercializa en el país hay más de diez marcas.
Detrás del auge del tequila se encuentra también el esfuerzo que ha hecho la industria mexicana del tequila para expandir sus fronteras, con fuertes campañas de promoción. Según Francisco Hajnal, presidente de la Academia Mexicana de Catadores de Tequila, el cliente europeo ha comenzado a apreciar la fineza y el valor cultural de la bebida. Hajnal es el primer Maestro Tequilero del mundo, por su vasto conocimiento en la realización de la bebida y por su labor de más de 40 años trabajando para Cuervo. En sus inicios, se especializó como sommelier de vinos y otros destilados, para acabar luego enfocado en esta bebida mexicana. Él considera que los buenos tequilas no están hechos para tomarse de shot ni para combinarse. Se tienen que degustar como si fuera un whisky o un vino, «a besitos y a tragos pequeños». Ha sido uno de los grandes expositores en Europa de la bebida, pero basado en un consumo en el que se aprecie la complejidad y la riqueza de la misma. «A principios del milenio se nos dio la oportunidad de ir al Concurso Mundial de Bruselas de Bebidas Alcohólicas. Nos enviaron allí para explicar y demostrar lo que es el tequila y hacerles una cata. Ese momento fue un parteaguas [un punto de inflexión] y a partir de ahí el tequila se expandió», resume.
Una pequeña región tiene la exclusiva
Cuenta el tequila con una gran particularidad: los millones y millones de litros que se producen provienen solo de una pequeña región al occidente de México. Ni un mililitro de este destilado puede ser fabricado fuera de sus límites. Es un producto protegido por una denominación de origen y su proceso está regulado por la Norma Oficial Mexicana. El tequila proviene de una variante nativa y específica de agave, denominada Azul Tequilana Weber.
La bebida está dividida en un par de categorías: tequilas mixtos y tequilas 100 % puros de agave. Los mixtos están conformados por un 51 % de azucares de agave y el 49 % de azucares de caña o de otras fuentes. Son más baratos. Son los que se emplean en coctelería. El más conocido mundialmente: el José Cuervo Especial.
Los puros no reciben aditivos de ninguna otra fuente en el proceso de fermentación. Su coste es más elevado al tener una pureza y calidad mayor. Están hechos para consumirse sin mezclar
En los últimos cinco años, la importación de los 100 % agave se ha triplicado, pasando del medio millón a los 1,5 millones de litros.
Mayor valoración a los añejos
Por otra parte, con base al tiempo de maduración en barrica (contenedor de madera para reposar el tequila), de los 100 % agave se desprenden cinco clases diferentes: blanco, reposado, joven añejo y extra añejo.
Los blancos son tequilas con dos meses o menos de añejamiento, son considerados de los más puros al ser el producto directo de la destilación. Luego están los reposados cuya maduración oscila entre los dos y los once meses.. Un proceso que hace que cambie su color y sabor. Son los más consumidos por el gran público. Y los jóvenes suelen ser el resultado de una combinación entre un blanco y un reposado.
Las últimas dos clases sobresalen en precio. Son descritas como una serie de bebidas de lujo o prémium. Al tener años de añejamiento en barriles obtienen un color intenso y un sabor amaderado, de mayor complejidad. Por estas características, son considerados por algunos expertos, de una calidad superior.
La mercado de los añejos se multiplicó por seis entre el 2019 y el 2023, al pasar de los 22.497 a los 140.200 litros importados.
El caso de los extra añejos es similar, al entrar a España cinco veces más producto en el último lustro, un 497 % de crecimiento.