Iberdrola asume el cierre de Almaraz en su nuevo plan estratégico

Cristina Candido MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

EDUARDO PALOMO

El protocolo de cierre firmado supondrá un impacto de 550 MW menos para la eléctrica en 2028, según la presentación de su hoja de ruta

24 sep 2025 . Actualizado a las 12:31 h.

El nuevo plan estratégico de Iberdrola asume el cierre de la central nuclear de Almaraz. En la presentación de la hoja de ruta de la compañía que dirige Ignacio Sánchez Galán para el horizonte 2025-2028, y visión hasta 2031 -es decir, el período en el que se incluye parte del calendario de cierre que plantea clausurar los siete reactores que existen en España- la eléctrica ha alejado la posibilidad de la continuidad de la instalación extremeña asumiendo una serie de escenarios por países para configurar el nuevo modelo de negocio de la compañía.

En lo que respecta a España, Iberdrola asume un «cierre nuclear según el protocolo firmado», lo que supondrá un impacto de 550 megavatios menos para la firma energética en 2028. Esa la participación que le corresponde de la central de Almaraz, donde Iberdrola es la propietaria del 53% de la instalación junto Endesa (36%) y Naturgy (11%). Según el protocolo pactado con el Gobierno en 2019, Almaraz I (550 MW consolidados en Iberdrola) cerrará en noviembre de 2027 y Almaraz II, un año después, en octubre de 2028.

Con las negociaciones formales con el Gobierno para replantear la hoja de ruta o plantear una prórroga, las proyecciones de Iberdrola contrastan con las declaraciones del consejero delegado de Endesa, José Bogas, quien el lunes reconoció que las conversaciones con el Ejecutivo continúan «abiertas», y suponen un jarro de agua fría sobre los trabajadores de la central extremeña, que han iniciado este miércoles una serie de movilizaciones en contra de la clausura. «A día de hoy no hay nada nuevo salvo la hoja de cierre», sentencian fuentes de la compañía.

En total, el nuevo plan de Iberdrola para España prevé unas inversiones de 9.000 millones de euros en España, incluyendo esos 4.000 millones de euros previstos a redes eléctricas, que permitirán pasar la base de activos regulados del grupo en el país de los 9.000 millones de euros a los 11.500 millones de euros en cuatro años. «Esto dependerá también del marco regulador, ya que debemos asegurar retornos suficientes y que aumenten también los límites de inversión con recuperación de OPEX», insistió el consejero delegado de Iberdrola, Pedro Azagra, este miércoles en el Capital Markets Day de la compañía en Londres.

Así, la capacidad instalada del grupo en el país se situará, desde los 31.000 MW actuales a 32.500 MW en 2028, ya que prevé añadir en torno a 2.000 MW en el período, de los cuales 600 MW provendrán de baterías, aunque el crecimiento neto se verá impactado por el cierre de Almaraz.