
Los nuevos automóviles, los centros de datos o los puertos electrificados representarán más del 35 % del incremento total de la demanda en diez años
26 sep 2025 . Actualizado a las 14:05 h.Anticipar el potencial crecimiento de la demanda permitirá a las compañías distribuidoras adelantar las inversiones en la red y a las administraciones y reguladores a impulsar los cambios normativos necesarios para impulsar la transformación de la industria. La demanda eléctrica nacional podría aumentar entre un 33% y un 54% en cinco años y entre un 64% y un 105% acumulado hasta 2035, alineado con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), según un informe de EY. Todo, mientras se prevé un aumento de la potencia instalada de hasta 312 GW.
El segmento industrial junto con el hidrógeno verde, los centros de datos y la electrificación de las carreteras son los «vectores que provocarán un mayor impacto en el incremento de la demanda», que estiman de entre el 50 y el 55 % del total de la demanda en 2030, es decir, entre 152,4 y 197,1 TWh.
Estas proyecciones chocan con la realidad en un momento en el que el mapa de capacidad de la red eléctrica ha puesto de manifiesto el problema de saturación actual por el que se están rechazando peticiones de conexión. «Estos no pueden ser los juegos del hambre», defendió el director general de Aprisma, Jorge Ginés. «Yo no me puedo pelear con el data center, si no hay vivienda no hay actividad económica y sin actividad económica no puede haber vivienda», añadió.
Según el documento de EY, la inversión total estimada a nivel nacional en la red de distribución en 2030 debería estar entre los 4.586 y los 6.313 millones de euros, dependiendo del escenario de crecimiento de la demanda eléctrica considerado. En el escenario más conservador, las necesidades de inversión derivadas del crecimiento de la demanda, la digitalización y la reposición de activos podrían ser compatibles con la ampliación de los límites establecidos en el proyecto de Real Decreto publicado el 12 de septiembre, que pretende regular los planes de inversión de las redes de transporte y distribución de la energía eléctrica.
Alejandro Fuster Tocer, director técnico en Spain DC, puso el acento en la necesidad de adecuar la regulación para que la inversión no huya hacia mercados más ágiles. En España, subrayó, implementar un centro de datos lleva, de media, unos cinco años. «Esa regulación se creó hace mucho tiempo cuando los ciclos de inversión no requerían inmediatez y rapidez pero con los centros de datos estos ciclos tienen que ser mucho más rápidos», defendió,
El informe de EY también pone de relieve la necesidad de políticas públicas, inversiones y marcos regulatorios que garanticen una infraestructura adecuada para absorber el crecimiento proyectado de la demanda eléctrica nacional. Todo, en pleno pulso entre las compañías energéticas, el Gobierno y la CNMC por la tasa de retribución a las redes eléctricas. La patronal del sector presionó para subir este porcentaje del 5,58% actual del 7,5%, pero el regulador propuso en julio una retribución del 6,46% hasta el 2031. «Una tasa insuficiente comprometería la ejecución del plan y la modernización de la red», zanjó Marta Castro, directora de regulación de Aelec.