El Sabadell prepara su rechazo a la nueva oferta del BBVA con la duda de su mayor accionista particular

Clara Alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Quique García | EFE

La entidad se pronunciará este martes sobre la mejora del 10 % planteada por el banco vasco, que ayer anunció un dividendo récord por sorpresa

30 sep 2025 . Actualizado a las 14:11 h.

El Consejo de Administración del Banco Sabadell ultima un nuevo rechazo a la opa del BBVA, incluso después de que el banco vasco decidiese mejorarla en un 10 % después de recibir el primer «no» del máximo órgano de gobierno de la catalana el pasado 12 de septiembre.

Una de las principales incógnitas del proceso era la opinión de David Martínez Guzmán tras esta mejora por parte de la entidad de Carlos Torres. El principal inversor de la entidad catalana, con un 3,8 % del capital, es clave para el éxito de la oferta. El empresario mexicano sorprendió al ser la nota discordante en la opinión del consejo en torno a la anterior oferta -por entonces, aún sin mejorar- del BBVA. Aunque votó en contra de la vasca, dejó entrever que si había una mejora, acudiría a la opa.

Todo apunta a que la decisión del consejo se hará pública al cierre del mercado. En un hecho relevante remitido a la CNMV, el Sabadell ha confirmado que se reunirá esta tarde con inversores institucionales para explicarles su postura, que una hora más tarde presentará a los medios de comunicación.

Se espera que en ambos encuentros los directivos del banco también expresen su opinión en torno a la decisión del BBVA de aprobar un dividendo en efectivo de 0,32 euros por acción para sus accionistas y los de Banco Sabadell que acudan a la oferta, en la última bala de Carlos Torres por ganarse también a los minoritarios.

Este colectivo, que según fuentes financieras copan en torno a un 47 % del banco, es clave en el proceso. Y son los más complicados de convencer porque, además de lo financiero, el arraigo sentimental une también a muchos de ellos al banco. De ahí que sea tan importante el voto de Martínez Guzmán, no solo por su peso en el capital, sino por el efecto arrastre que pueda provocar en estos inversores minoristas.