La prima de la opa sobre Sabadell supera el 3 % el último día del canje de acciones
ECONOMÍA

Los fondos de gestión activa de BlackRock acuden a la oferta de BBVA
10 oct 2025 . Actualizado a las 19:48 h.La suerte está echada. Los accionistas del Banco Sabadell ya han decidido si acudirán o no a la opa del BBVA tras unas semanas de alto voltaje marcadas por la guerra de cifras que ha perseguido a la operación en estos 17 meses. Aunque el resultado oficial no se conocerá hasta el próximo viernes 17, ayer a las doce de la noche terminó el plazo de aceptación, con apuestas diametralmente opuestas entre un banco y otro sobre lo que finalmente ocurrirá.
El presidente de la entidad vasca, Carlos Torres, mantiene que superarán «ampliamente» el 50 %, mientras que Sabadell cree que apenas alcanzará el 30 %. Las horquillas también son variadas entre los analistas. Pero el mercado hizo ayer un guiño a BBVA al situar por primera vez la prima de la operación por encima del 3 %, pese a que los dos bancos bajaron en Bolsa arrastrados por el tono negativo del mercado tras la amenaza de nuevos aranceles de EE.UU. a China.
Los títulos de BBVA cayeron un 1,7 %, hasta los 15,79 euros, mientras que los de Sabadell se dejaron un 2,6 %, hasta 3,167 euros. Esa diferencia positiva entre la oferta de BBVA —una acción por cada por cada 4,8376 del Sabadell— y la cotización de la catalana es, aunque muy limitada, la mayor desde que la vasca mejoró en un 10 % su oferta el pasado 22 de septiembre.
El salto se aceleró ayer justo tras conocerse que los fondos activos de BlackRock acudirán la opa. La gestora es el principal accionista del Sabadell, con un 7,37 % del capital, según los registros de la CNMV, aunque hay que tener en cuenta que, tal y como informa Bloomberg, estos fondos activos apenas representan un 0,5 % del accionariado total. Fuentes de BBVA declinaron ayer hacer comentarios. Pero esa cifra sí certifica que el resto de la participación de BlackRock en el banco catalán se mueve a través de fondos de gestión pasiva, que por norma deben evitar desviarse del índice al que replican, limitando sus posibles movimientos en este tipo de operaciones.
Según Sabadell, estos fondos pasivos tienen un peso —en total, y con todas las gestoras participantes— del 20 % en su capital. Y BBVA aspira a hacerse con el sí de la mitad de ellos. En todo caso, Carlos Torres confía en el apoyo unánime de los institucionales y de esos gestores activos, que pesan un 35 % en la estructura de la catalana. Entre ellos está David Martínez, el consejero díscolo que ya anunció que acudirá con su 3,8 % a la opa. Pero en muchos otros pesa todavía el riesgo de que el veto a la fusión se extienda de tres a cinco años, poniendo en jaque las sinergias. También hay que incluir en los cálculos a Zurich, con un 5 % del Sabadell, que ya confirmó que no venderá en aras de proteger su alianza de bancaseguros con la entidad catalana.
Así que el foco se desvía a los minoristas. Pesan un 40 % en la entidad y, de ellos, un 80 % son clientes con acciones depositadas. De esos, poco más del 1 % habrían acudido al canje, según las últimas cifras ofrecidas por el banco, aunque esa cifra podría haberse incrementado algo en las últimas horas.
¿Fin del proceso?
Aunque el plazo de aceptación terminó anoche, a la opa aún le quedan varias jornadas de incertidumbre hasta conocer el resultado final el próximo viernes.
En este punto, la cotización que ayer marcó Sabadell puede ser clave, ante las diferentes interpretaciones sobre el precio de una hipotética segunda opa que BBVA tendría que lanzar si no alcanza su objetivo del 50 % y se queda entre el 30 y el 50 %, el escenario que maneja el grueso de analistas. BBVA ya ha dejado claro que, en el caso de tener que hacer una nueva oferta, será al mismo precio que la actual. Y si la CNMV coincide con Sabadell en que debe ser superior —definirá su criterio el mismo día 17— se retirará del proceso.
Cada voto cuenta. Tanto, que BBVA mantuvo ayer abiertas sus oficinas hasta las nueve de la noche. Pero la tensión no desaparecerá con el fin del período de aceptación. Fuentes del mercado aseguran que el hecho de que el resultado tarde días en anunciarse puede provocar que la cotización de los dos bancos se vea afectada por los distintos intereses, ante la incertidumbre por esa hipotética segunda opa y el precio de referencia al que se ejecutaría. Un capítulo más de esta guerra bancaria sin precedentes.
Choque de trenes entre directivos bajo el foco de la CNMV
El cruce de acusaciones que en los últimos días ha elevado la tensión en la operación bancaria del año está lejos de terminar. Pese al toque de atención que la CNMV dio a los bancos el miércoles para intentar frenar la guerra de cifras, ninguna de las dos entidades se apea de su propia interpretación del proceso. Fuentes conocedoras explican que en el supervisor también ha sorprendido, para mal, el tono de los principales directivos protagonistas, en un sector que, por lo general, suele ser más bien discreto y moderado en sus declaraciones, pero que ahora ha decidido bajar al barro, llegando a tocar incluso lo personal. «Cada uno puede defender lo suyo, pero no es de recibo la tensión generada», apuntan.
Ayer mismo, el presidente de BBVA, Carlos Torres, volvió a calificar de «bulos» y «sesgadas» algunas de las informaciones que Sabadell ha transmitido a los accionistas. Y el presidente de la entidad catalana, Josep Oliu, recomendó a sus socios indecisos «que cojan el papel y lo tiren a la papelera». «No se lo cree ni él», aseguró tajante en una entrevista, en referencia a la posibilidad de que BBVA supere el 50 % de aceptación, como defiende Torres.
Un escenario en el que la CNMV debe evitar la posible manipulación de mercado hasta la publicación del resultado.