Opositores de educación: «Levar preparado o temario ao cen por cen é imposible»

Mónica Pérez Vilar
Mónica P. Vilar REDACCIÓN

EDUCACIÓN

Jorge, aspirante a profesor de Primaria, dando los últimos repasos en su casa de O Vicedo
Jorge, aspirante a profesor de Primaria, dando los últimos repasos en su casa de O Vicedo PEPA LOSADA

Hoy arrancan las pruebas más esperadas por quienes aspiran a dar clase en los centros públicos gallegos, después de que el covid llevara a suspender los exámenes del año pasado. Están inscritos casi 26.000 aspirantes para 2.300 plazas

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Carril atiende la llamada de La Voz desde la biblioteca donde a última hora de la tarde aún sigue repasando temas del examen al que se enfrentará este domingo en Santiago. Tiene 26 años, un Grado en Historia, un máster en Estudios Internacionales y otro máster de profesorado, y, como otro millar de candidatos, aspira a obtener una plaza como profesor de Xeografía e Historia en secundaria. «Será a segunda vez que me presente. Ía facelo tamén o ano pasado, pero o covid foi un xerro de auga fría. A suspensión dos exames colleume cando me vía con moitas posibilidades, porque estivera moi encima do tema», cuenta.

Este año volvió a la carga, aunque desde finales de abril tuvo que compaginar la preparación de las oposiciones con el trabajo en las aulas, ya que le llamaron para hacer una sustitución. «Ao principio foi difícil coordinar, logo funlle collendo o tranquillo. Preparaba todas as clases que tiña que dar ao principio da semana, de xeito que me quedaran cando menos tres tardes para dedicarlle catro ou cinco horas á oposición», explica.

Su situación ha sido la de muchos opositores este año. Y es que este curso, por la pandemia, las listas de contratación temporal de Educación se han movido más que nunca, con lo que la preparación de las pruebas se ha complicado especialmente. «Alguna gente en esa situación ha sacado provecho de las clases en línea, que les permitían compaginar mejor los horarios», dice Sonia Braña, preparadora de Nós Oposicións. Esa formación telemática ha sido otra de las novedades del curso. «Este año ha sido diferente porque por el covid tuvimos que implantar dos modalidades, combinando presencial y en línea incluso dentro de un mismo grupo. Supuso un antes y un después, hubo que acoplarse a una manera diferente de dar clase», dice esta profesora, responsable de un grupo de opositores a maestros de primaria.

Repasos y nervios de última hora

Entre sus alumnos está Jorge Baltar, de 24 años, que el miércoles 23 se estrenará en su primer examen de oposición. «Empecei a preparalas o ano pasado, pero canceláronse. Non foi moito pau, porque era consciente de que a primeira vez non ía facer un gran exame, pero si perdín a oportunidade de meterme nas listas para sustitucións», recuerda. Sin opción de trabajar en centros públicos este curso, él dedicó los últimos meses de manera íntegra a preparar las pruebas, con una media de seis horas diarias de estudio. Ahora, con el examen tocando a su puerta, sigue dedicándole el mismo tiempo, pero centrado en repasar. «Acabei de mirar todo en maio, e agora reviso uns cinco temas ao día», dice. Intenta tomárselo con calma, pero reconoce que últimamente tiene las emociones a flor de piel. «Hai estrés, hai. O mesmo ris, que choras, que volves rir, que te enfadas...», cuenta con una sonrisa. «Nesta recta final estou bastante nervioso, pero a miña familia, os meus amigos e o meu preparador motívanme moito porque me ven con posibilidades», reconoce también Manuel Carril.

Con algo más de calma lo lleva Hilario Pérez. Tiene 32 años, se graduó en Comunicación Audiovisual y opta por primera vez a una plaza de profesor de Xeografía e Historia. Su decisión de opositar tiene que ver con su otra vocación, el arte. Con el nombre de Lázaro Louzao ha dirigido tres cortometrajes y un largo, y ha protagonizado varias exposiciones de fotografía. «Vivir só da arte é moi difícil, así que decidín tentar un traballo que me permita compaxinalo coa miña carreira artística. Os horarios da docencia facilítano», argumenta. Y aunque no espera sacar plaza al primer intento, por si acaso, dedica estos últimos días antes del examen del domingo a repasar. «Céntrome en revisar detalles dos temas que máis me  gustan e que mellor levo, por se por un milagre caen eses. Levar preparado o temario ao cen por cen é imposible».

Prepararse pese a no poder presentarse

Darse un atracón de estudio de último hora está completamente desaconsejado por quienes forman a los opositores. «La recomendación es que la última semana hagan un repaso ligero, o incluso si pueden, que no hagan nada, un sobreesfuerzo no va a marcar la diferencia y es mejor intentar relajarse antes del examen», apunta uno de los preparadores de Premir. «Los temarios son tan amplios que no se sabe qué repasar e incluso pueden entrar más dudas», dice Sonia Braña, de Nós, que suele recomendar dos modos de estudio para las últimas jornadas, uno «modo dron», cogiendo una perspectiva general de la materia, y otro «modo zoom», para intentar fijar detalles concretos como plazos, fechas o autores.

Ambos preparadores han pasado un año intenso, con aspirantes que afrontaban su segundo año seguido de preparación sin haber podido ponerse a prueba en una oposición, por la cancelación de las pruebas en el 2020. Pero en sus grupos también han tenido alumnos que se estrenaban, aún sabiendo que no podrían optar a las 2.300 plazas en juego este mes de junio, ya que al ser exámenes retrasados, la inscripción se cerró antes de que ellos hubieran terminado sus estudios. «Evidentemente, ellos han trabajado a otro ritmo», reconoce Braña. «Hemos preparado a algunos que han aprovechado para presentarse a otras comunidades autónomas», dicen desde Premir, donde también tienen a una alumna que se ha animado a hacer doblete y presentarse un día en Madrid y al siguiente en Galicia. «El escalonamiento de los exámenes de este año ha permitido algo que no siempre es posible por la coincidencia de fechas», explican. Con todo, desde Nós afirman que esta doble opción no es muy popular, porque la legislación que debe estudiarse cambia de unas comunidades a otras.