La división de los partidos de izquierda podría generar rupturas también en las mareas locales
15 mar 2019 . Actualizado a las 20:38 h.Lo que le ocurrió a Unidas Podemos con Anova no es un hecho aislado, ya que buena parte de las alianzas firmadas por el partido morado en las elecciones del 2015 y el 2016 no se van a reeditar en el 2019. Enterrado ya el pacto con En Marea y con Anova, tampoco habrá acuerdo con Compromís ni con el sector soberanista de los comunes catalanes. Pablo Iglesias pierde socios por todas las esquinas del mapa español, y a los gallegos de izquierdas se le multiplican las papeletas para las elecciones generales: PSdG por un lado, BNG por el otro, En Marea y la coalición Podemos-IU-Equo. La división de los votos podría provocar, finalmente, que ningún partido de ámbito autonómico alcanzase representación en el Congreso.
¿Y después, qué? Nada más finalizar los comicios estatales llegan los municipales, y ahí es donde las mareas locales hacen en juego. La ruptura de En Marea hacía prever una división entre las mareas afines a Villares y las que simpatizaban con el conglomerado Anova-Podemos-EU, con el apoyo de los alcaldes. Pero ahora, en realidad, habrá tres opciones, porque el entendimiento entre los secretarios locales y los círculos de Podemos con la militancia de Anova va a ser difícil, con las heridas abiertas. Anova dice que se centrará en las mareas locales, pero, ¿con qué aliados, si la dirección está enfrentada con En Marea, por una parte, y ahora también con la cúpula de Podemos? Y no se puede descartar también que la ruptura acabe haciendo mella en Marea Atlántica, Compostela Aberta, Ferrol en Común. Marea de Vigo o Ourense en Común. En las dos primeras convivían hasta ahora todos los partidos en armonía. En las demás, el protagonismo de EU y Podemos es mayor. ¿Habrá una cascada de deserciones?