PP y BNG aspiran a mejorar resultados, y el PSOE, a revertir las encuestas

ELECCIONES 23J

Feijoo, junto a su hermana, su madre y su pareja, ayer en Os Peares
Feijoo, junto a su hermana, su madre y su pareja, ayer en Os Peares MIGUEL VILLAR

Este jueves arrancó la campaña electoral de los principales candidatos con Feijoo y Yolanda Díaz en Galicia y Pedro Sánchez en Madrid

07 jul 2023 . Actualizado a las 11:33 h.

Comenzó la campaña electoral que finalizará el 23 de julio con la elección de los 350 diputados del Congreso y los 208 senadores que compondrán la Cámara Alta. Los principales partidos la iniciaron el jueves con cenas y pegadas de carteles a partir de esta medianoche. El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, en un acto en Madrid. El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, comenzó el día visitando Os Peares en Ourense, su pueblo natal. Por la noche acudió a la localidad catalana de Casteldefells.

En Galicia también estuvo la candidata a la presidencia del Gobierno de Sumar, que hizo la pegada de carteles en A Coruña, acompañada por Ada Colau.

La campaña de Feijoo: «humildad» desde Os Peares, «tolerancia» desde Cataluña

Arranca su carrera hacia la Moncloa apelando a los valores que aprendió en su pueblo: esfuerzo y humildad

M.ª Carmen González

Feijoo, departiendo con vecinos de Os Peares, ayer.
Feijoo, departiendo con vecinos de Os Peares, ayer. MIGUEL VILLAR

Delante de la tienda que regentó su abuela lo esperaban Sira, su madre; Micaela, su hermana, y Eva Cárdenas, su pareja. No estaban solas. Las acompañaban medio centenar de vecinos de Os Peares que querían arropar en este arranque de campaña a su vecino más ilustre: Alberto Núñez Feijoo. El candidato del PP llegó a su aldea natal relajado, con vaqueros y calzado deportivo. Con paciencia y una sonrisa repartió besos y abrazos, primero a sus familiares, después uno a uno a todos los que se acercaron hasta la casa familiar para darle ánimos. Se hizo fotos, ensalzó «al mejor sastre», presentó a la farmacéutica, preguntó cómo va el negocio de uno, cuántos nietos tiene ya el otro... Y ellos, en cambio, no ocultaron el orgullo y satisfacción que les produce que ese niño de Os Peares toque ya la Moncloa con la punta de los dedos. «A por todas», le gritaron.

Lo dejan claro las pancartas que reciben a los que visitan estos días el pueblo: «Alberto, aquí coñecémoste ben, por iso confiamos en ti», «Alberto, o noso presidente» o «De Os Peares á Moncloa». En este escenario, Feijoo no podía hacer otra cosa más que comprometerse: «Hoy aquí, en este pueblo, donde todos saben de dónde vengo, vuelvo a empeñar mi palabra, seguiré estando con los pies en la tierra y no os defraudaré».

Quiso ir Feijoo a Os Peares porque aquí arrancaron sus últimas campañas electorales y quiso mantener la tradición. Y convirtió a su pueblo natal en metáfora de tres de las grandes líneas de trabajo en las que se asentará su Gobierno si sale elegido: el esfuerzo, el entendimiento entre las diferentes comunidades de España y la defensa del medio rural. «Os Peares son mi principio y mis principios. Aquí me crie y me enseñaron los principios del trabajo, del esfuerzo y, por supuesto, de la humildad. En esta geografía tan escarpada, donde se hacen vendimias heroicas, una orografía a la que la gente tiene que vencer». Prometió que trabajará desde el principio del servicio público y el interés general.

La madre de Feijoo, Sira, en el centro, tomando el brazo de su hija Micaela, con la pareja del presidente del PP, Eva Cárdenas, a la derecha de la imagen.
La madre de Feijoo, Sira, en el centro, tomando el brazo de su hija Micaela, con la pareja del presidente del PP, Eva Cárdenas, a la derecha de la imagen. MIGUEL VILLAR

La segunda idea era Os Peares como lugar de entendimiento. «Es un pueblo entre cuatro ayuntamientos, dos provincias, tres comarcas y dos diócesis, pero es un pueblo donde es necesario el entendimiento, donde las gentes construyeron puentes para poder entenderse, para unir lo que los ríos habían separado y para transitar de un ayuntamiento a otro, pero en el mismo pueblo». Tras esta descripción, el mensaje que Feijoo quiso dejar ayer por la mañana es que su intención es la de construir puentes en España, para que esta nación diversa y plural sea también una nación unida. Prometió trabajar en la búsqueda de soluciones, objetivos comunes y para que los políticos sean útiles.

 El tercer mensaje versó sobre uno de los argumentos que más ha reiterado Feijoo en los últimos días de precampaña: él puede ser el primer presidente de España procedente del medio rural. «Es mi momento, el de la alternancia política para que un chaval de la aldea llegue a la presidencia». Y justificó que conoce los problemas del campo, la falta de recursos, la despoblación, el envejecimiento. Y que lo sabe, no porque lo visite el fin de semana o se lo hayan contado, sino porque ha crecido en el medio rural. Propuso no dispersarse en cuestiones triviales y apostó por centrar el esfuerzo en los temas importantes de la España vaciada. «Aquí en Os Peares la gente no pierde el tiempo en discutir sobre frivolidades en las que pierden el tiempo muchos políticos españoles. Les preocupa tener abastecimiento de agua, médico de primaria cerca y que sus hijos puedan seguir viviendo aquí».

«Trabajar no para que todo siga igual, sino para que todo mejore es mi objetivo». Y volvió a insistir en la necesidad de garantizar a los jubilados que el sistema de pensiones sea sostenible, para que la asistencia sanitaria sea de calidad, para que los jóvenes puedan ir a la universidad independientemente de su renta.

«En Os Peares la gente construyó puentes para poder entenderse, para unir lo que los ríos habían separado»

Feijoo estuvo acompañado en su visita a Os Peares también por Miguel Tellado, vicesecretario de Organización del PP, y por Paula Prado, secretaria xeral del PP de Galicia. No faltaron a este acto simbólico los cuatro alcaldes de los cuatro concellos entre los que se reparte la aldea de Os Peares: (Nogueira de Ramuín, A Peroxa, Carballedo y Pantón), todos del PP, y los tres primeros con una tasa de apoyo en las últimas elecciones municipales superiores al 70 %.

Tras esta intervención ante los medios hubo de nuevo tiempo para los saludos, e incluso para las bromas: «Cando chegues á Moncloa, cambia o colchón, mandámoscho desde Os Peares, non te deites ahí», le espetó un vecino mientras Feijoo negaba con la cabeza, en alusión a la primera medida que, según recoge Pedro Sánchez en su Manual de resistencia, tomó al llegar a la Moncloa relevando a Rajoy.

Mitin de arranque de campaña en Castelldefels.
Mitin de arranque de campaña en Castelldefels. David Zorrakino | EUROPAPRESS

«Es el momento de la tolerancia y la cordialidad», proclamó en Cataluña

Castelldefels fue la localidad escogida por el PP para el acto equivalente al que, años antes, habría sido el de la pegada de carteles. Y Castelldefels fue elegida por dos motivos. Uno, porque los populares acaban de ganar la alcaldía. Dos, porque aquí comenzó Mariano Rajoy la campaña de las elecciones del 2011, en la que acabó consiguiendo la mayoría absoluta, según explicó Feijoo.

El candidato popular, ante un millar de simpatizantes, pidió un esfuerzo para conseguir una gran victoria el 23J: «Es el momento de Cataluña, de la esperanza, de la cordialidad, del consenso y de la tolerancia». En un discurso más duro que el de la mañana en Os Peares, atacó los acuerdos de Pedro Sánchez con el independentismo. «Que a los políticos que incumplen la ley se les borren los delitos del Código Penal es una auténtica cacicada», explicó, para asegurar que quiere ser «el presidente de todos los españoles y de todos los catalanes».

 

Sánchez acusa a PP y VOX de hacer un intercambio impúdico de votos por derechos

Anuncia una ley para limitar las listas de espera que impida retrasar operaciones quirúrgicas más de cuatro meses

Tomás G. Morán

Pedro Sánchez esta noche en los Informativos de Telecinco con Piqueras
Pedro Sánchez esta noche en los Informativos de Telecinco con Piqueras Informativo Telecinco

Pedro Sánchez dedicó toda la precampaña a defenderse. En su gira por platós y estudios de radio desplegó un argumentario repetido machaconamente con el que intentó salir al paso de las críticas, acusaciones y lo que él considera bulos que se fueron propagando a su alrededor en los últimos cuatro años. Esta primera fase de la estrategia electoral tenía como objetivo pinchar «la burbuja del antisanchismo», tal y como la bautizó el propio candidato socialista. Pues bien, esa burbuja debió quedar pinchada este jueves en el último acto de precampaña, en el que Sánchez pasó de la defensa al ataque y puso en el centro de la diana los pactos entre PP y Vox que se han ido cerrando en decenas de ayuntamientos y comunidades tras el 28-M.

El presidente del Gobierno arrancó la campaña a media tarde en la Casa de Campo de Madrid, en un recinto que se quedó pequeño y obligó a un grupo de simpatizantes a seguirlo desde el exterior, pese al calor reinante. Y ya desde el inicio dibujó cuál va a ser su estrategia en esta nueva fase electoral: contraponer su modelo de gestión económica y defensa de los derechos sociales frente a un rival al que en todo momento se refirió como un tándem indivisible: Feijoo-Abascal. Así, apoyándose en los acuerdos municipales y autonómicos, acusó a los candidatos de PP y Vox de hacer un «intercambio impúdico de votos por derechos y de principios por sillones. El deber que tengo como candidato del PSOE y como presidente es alertar sobre la involución y el retroceso que representan». Desde que se comenzaron a fraguar los acuerdos entre PP y Vox, la de anoche fue la vez en la que más enérgico se vio a Sánchez. Si en una entrevista televisada dijo hace unos días que en veinte días hemos retrocedido más en el debate público que los últimos veinte años, acusó a Feijoo y Abascal de ser «el túnel del tiempo: diez años de retroceso en derechos de los trabajadores y de los pensionistas, veinte años en derechos LGTBI, cuarenta años en derechos de las mujeres y ochenta años en censura a la cultura en nuestro país».

Sánchez se retrotrajo incluso al año 1912 cuando, tras el asesinato del presidente del Gobierno, José Canalejas, a manos de un anarquista, Madrid se llenó de pintadas acusando a Pablo Iglesias: «Hoy no hace falta llenar Madrid de carteles ni de lonas, les bastan las redes sociales, pero las lecciones son las mismas: son capaces de todo con tal de llegar al poder». «Ellos defienden una España muy chica y nosotros una España en la que cabemos todos -señaló el candidato socialista-. Llaman bilduetarra al partido que venció a ETA. Llaman golpista al partido que contribuyó a consolidar la democracia en nuestro país».

El mitin sirvió también para vislumbrar que, animado por las encuestas, Sánchez se lanza a por el votante indeciso. Para ello se dirigió «a esa amplia mayoría de españoles que quizás no hayan votado nunca al PSOE pero que no les gusta un pelo el tráiler de esta película tenebrosa de Feijoo y Abascal». E incluso hizo un guiño al electorado más conservador: «Los votantes de PP y Vox son mucho mejor que sus dirigentes». A todos ellos les pido la confianza para que no demos ni un paso atrás», afirmó.

El candidato socialista también tuvo tiempo para modular levemente su discurso económico. Si durante las últimas semanas dijo varias veces que la economía española «va como una moto», tras las criticas recibidas, incluida la de su vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, este jueves admitió que «hay mucho por hacer, la economía crece pero también hay empleo de larga duración, paro juvenil o desigualdad salarial. Hay dificultades para llegar a fin de mes por esta guerra maldita de Putin, que ha hecho encarecer la energía y los alimentos. O que como consecuencia de esa inflación ha subido el euríbor».

En este ámbito, reiteró su compromiso de extender siete años las hipotecas «para que las familias del país tengan un alivio hipotecario», así como garantizar por ley que el salario mínimo deba deba equipararse todos los años al 60% del salario medio.

Finalizado el mitin, Sánchez continuó su gira por los platós televisivos y se dejó para la entrega de este arranque de campaña uno de los anuncios más novedosos. En una entrevista en Telecinco con Pedro Piqueras, el presidente del gobierno anunció una ley de tiempos máximos de espera en la sanidad pública, una promesa similar a la efectuada el miércoles por la candidata de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz. Según Sánchez, los plazos máximos serán de 120 días para el caso de una intervención quirúrgica, 60 días para una consulta con un especialista, 30 días para poder hacer una prueba y 15 para la atención a la salud mental para menores de 21 años.

Yolanda Díaz lanza en A Coruña la campaña de Sumar al 23J contra «unha coalición de odio»

Propone a los candidatos al Gobierno un pacto contra la censura y la libertad artística, anuncia la creación de una ley para regular los tiempos de espera en sanidad y promete volver a subir el salario mínimo

Manuel Varela

Germán Barreiros

Un bebé lloraba, dos perros se peleaban y un bañista medía sus pasos para salir del agua en el puerto de A Coruña mientras la música electrónica de ascensor que sonaba en la dársena de O Parrote bajaba para dar paso al himno generacional I Love it, de Icona Pop. Sobre el escenario aparecían, enérgicas, sonrientes y aplaudiendo, Yolanda Díaz junto a las candidatas gallegas Marta Lois y Verónica Barbero, acompañadas también por Manuel Lago, número dos en la provincia, y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Había unas 200 personas frente a ellas. Algunas aprovechando el merchandising de Sumar, con gorra blanca y abanico que pronto tardaron en terminarse. Parejas que se hacían selfies, mayores en primeras filas. Otras paradas sobre sus bicicletas o deteniendo su paseo, sin contar que la vicepresidenta segunda del Gobierno había elegido A Coruña para arrancar sus primeras elecciones como candidata a la Moncloa. La vida seguía para muchos, para otros cambiaba hoy.

«Estou aquí porque para min na Coruña hai cousas importantes. Está o meu pai, pero tamén a miña filla. Os meus amigos. Esta é unha cidade ben fermosa que abre as portas ao mar», empezó Díaz, reivindicando que los gallegos «non teñen medo nunca a cruzar os océanos». Se hizo ahí con el primer aplauso, y pasó después a anunciar su primer compromiso en caso de llegar al Gobierno: un pacto contra la censura y la libertad artística que remitió ya al resto de candidatos al 23J. Apareció en el escenario la veterana actriz Marisa Paredes, expresidenta de la Academia del Cine, a quien la ministra definió como una «faciana da liberdade». La artista alertó sobre aquellos con «sensación de impunidad» que «les hace pensar que son dueños del país» y hacer «las mayores barbaridades con toda tranquilidad». No puso nombres, pero a los aludidos los señaló como «enemigos de la libertad». «No podemos permitirlo, no podemos permitirlo», repitió.

Por corrillos, entre la gente, se iba difundiendo el mensaje de que Yolanda Díaz volvería a intervenir, evitando la marcha de algunos. Pasaron las candidatas de A Coruña, Marta Lois, y Pontevedra, Verónica Barbero. También Ada Colau, que envió un «recuerdo muy afectuoso» al exalcalde coruñés Xulio Ferreiro -Díaz arropó en las municipales a la candidatura que se enfrentó a Marea Atlántica- y recordó el movimiento «municipalista de cambio» que iniciaron en el 2015. 

Volverá a subir el salario mínimo

Regresó por fin Yolanda Díaz al micrófono, que al inicio de su discurso se acordó del médico y exsenador José García Buitrón, fallecido en septiembre del año pasado, y anunció así que pretende incorporar la salud bucodental y la óptica en la red pública sanitaria, además de crear una ley para regular los tiempos de espera en sanidad. Cargó contra el expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, preguntando retórica al público «que fixo por Galicia». Pero centró menos el tiro sobre el candidato popular que en otras ocasiones. Avisó, eso sí, de que enfrente existe «unha coalición de odio». Les definió como «ultras que pisotean os dereitos das mulleres, das persoas LGTBI e tamén dos traballadores do noso país». Descubrió también un «programa oculto» del PP, cuya intención, apuntó, es suprimir el impuesto a las grandes fortunas. 

Pidió el voto a los indecisos, a movilizarse el 23J para «facer mellor este país». «Sei que hai xente que ten dúbidas, que ten medo e está indecisa. Pídovos que confiedes en nós», invitó Díaz, que avanzó que seguirá subiendo el salario mínimo interprofesional y reducirá la jornada laboral sin pérdida de salario. «Saiamos con ilusión e optimismo o 23 de xullo para dicir que imos seguir mellorando a vida da xente», animó la ferrolana, que terminó advirtiendo los «ventos de remontada» que percibe en los últimos días. «Soplade, soplade os ventos de remontada para dicir que gañaremos un país mellor, a favor da xente!», cerró la candidata de Sumar con música de Tanxugueiras.

Marta Lois: «Galicia Sumar vén para quedarse»

Minutos antes, Verónica Barbero repasó los logros de la ministra, en los que tuvo mucho que ver como directora general de Trabajo, «en tempo récord». Le siguió Marta Lois, que recalcó de nuevo el desempeño de Díaz en el Gobierno y se refirió a la propuesta de la herencia universal de 20.000 euros para los jóvenes de 18 años para que «poidan independizarse e iso non dependa da súa familia». La exconcejala de Compostela Aberta y presidenta de Sumar se comprometió a «recorrer o país recuncho a recuncho» y poner todo su esfuerzo en «sumar entre todos e todas». Dejó, para terminar, una «certeza»: que Sumar Galicia «ven para quedar, para facer país e transmitir esperanza e ilusión». 

Le siguió después Colau, que recordó también los méritos de Yolanda Díaz, a quien dio «graciñas» en varias ocasiones, y denunció la «vergüenza» que sintió con Gabriel Rufián, diputado de ERC en el Congreso, por decir que la política gallega le da «más miedo» que Santiago Abascal. «No es admisible, y en política no todo vale. Sería bueno que, aunque tarde, el señor Rufián se disculpase», reclamó.

El BNG quiere romper su techo histórico

Paco Rodríguez

MANUEL VARELA

La portavoz nacional del Bloque había estado ya por la mañana en el parque compostelano de Belvís junto a los cuatro candidatos de su formación al Congreso. Pontón apela a volver a «facer historia» y contar dentro de dos semanas con «un grupo forte» en la Cámara baja. Los nacionalistas ponen como argumento las dos últimas convocatorias electorales: las autonómicas del 2020, cuando pasaron de seis a 19 diputados, su máximo histórico en el Parlamento gallego, y las municipales de mayo, en las que se hicieron con el bastón de mando en más de una treintena de ayuntamientos. «Imos ter representación en todas e cada unha das provincias», proclamó la líder nacionalista.

Aspira a romper el techo del 2000, cuando obtuvieron tres representantes en Madrid, y contar por primera vez con diputados en Lugo y Ourense. Presentó al BNG como el «muro de contención» contra un PP «ultra», que va «de ganchete coa extrema dereita profundamente antigalega». Pontón advirtió también que no es momento de «votar por medo nin polo mal menor», sino que lo hagan con «ilusión, esperanza» y desde el «orgullo» de lo propio. «Saímos a por todas», recalcó.