Raúl Santamaría, mozo de Arousa: la vocación política cuesta 40.000 euros al mes

Tomás García Morán
Tomás García Morán PORTAS / LA VOZ

ELECCIONES GALLEGAS 18F

Raúl Santamaría, elegido por el PP y uno de los Mozos de Arousa.
Raúl Santamaría, elegido por el PP y uno de los Mozos de Arousa. Ramón Leiro

El concursante de «Reacción en Cadena», número siete del PP por Pontevedra, renunciará al concurso si su voto es decisivo en el nuevo Parlamento gallego y no logra casar el calendario parlamentario con la grabación del programa.

04 feb 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

Lo primero que sorprende al ver a Raúl Santamaría bajarse de un coche y entrar en el albergue de peregrinos de Briallos, en Portas, es que se mezcle entre las varias decenas de militantes del PP que van a hacer un tramo del Camino Portugués sin que nadie parezca reparar en él. El rostro angelical de este joven de 25 años, integrante del trío televisivo Los Mozos de Arousa, es inconfundible. Pero ¿nos habremos fijado bien? ¿Será él? ¿Cómo puede ser que alguien tan famoso, que está en el prime time televisivo de Telecinco todos los días de lunes a viernes desde hace diez meses, no llame la atención ni nadie le pida hacerse una foto?

«La tienen todos», me dirá luego. Y aún así, en cuanto comienza esta peregrinación electoral que el PP de Pontevedra ha organizado en el primer día de campaña, sí que empiezan los selfis, los abrazos, las felicitaciones. En el grupo con él caminan un conselleiro —Román Rodríguez—, un presidente de Diputación —Luis López— y una expresidenta del Congreso de los Diputados como Ana Pastor. Pero la estrella es Raúl, que se acaba de bajar de un tren tras grabar 12 programas en cuatro días y ahora afronta el primer fin de semana de campaña.

En este trajín se ha convertido la vida de este arousano que hace un año preparaba oposiciones y no pasaba de ser un joven concejal de Vilagarcía medio conocido por haber participado en algún concurso televisivo. Pero desde abril, su vida es una montaña rusa. Entonces se presentó con su hermano Borja y su amigo Bruno al concurso de Telecinco, sin ninguna expectativa sobre cuánto duraría la aventura. En mayo resultó reelegido concejal en Vilagarcía. Pero la explosión vino después del verano, cuando comenzaron a acumular programas gracias a su conocimiento enciclopédico y su habilidad para trabajar en equipo. Actualmente rozan unas ganancias aseguradas de 1,2 millones de euros —de las que no verán un céntimo hasta que sean eliminados— y, fuera de la zona de confort de O Salnés, no pueden poner un pie en la calle. Cuando empezaron a concursar, el programa tenía un 7 % de audiencia y Pasapalabra estaba por encima del 20 %. Ahora han recortado la diferencia a un 11-17 %.

«Es tremendo, nunca imaginamos esto. Nos ha cambiado la vida y solo puedo decir que ha sido para bien. Recibimos miles de cartas, gente mayor que nos dicen cosas increíbles, gente con depresión,... Aquí en Galicia no tanto, en Madrid estamos muy aislados entre el hotel y el plató. Pero cuando a veces vamos a cenar al centro nos damos cuenta de lo famosos que somos. Es increíble la cantidad de niños de 4 o 5 años que nos reconocen por la calle…», dice.

Santamaría va de número 7 en la lista de Rueda por Pontevedra y Sondaxe les garantiza al menos 11 diputados. Así que se puede procrastinar con el asunto, pero no hay duda de que en menos de un mes, el joven arousano tendrá que decidir entre tomar posesión del acta o dejar el concurso. «Obviamente lo he hablado tanto con el partido como con la productora —explica—. El concurso se graba de lunes a jueves en semanas alternas. Y los plenos en el Parlamento de Galicia suelen ser también cada dos semanas. La productora está dispuesta a analizarlo para que pueda compaginar. Pero habrá que ver». Parece claro que si Rueda obtiene una mayoría absoluta holgada, por encima de los 39 diputados, la vida de Santamaría seguirá discurriendo entre Vilagarcía, San Caetano, un hotel de Móstoles y un plató en Villaviciosa de Odón. «Es mejor no pensar en ello, porque igual nos echan mañana y ni siquiera llegamos a esa situación», explica. ¿Y si la mayoría del PP depende de su voto? ¿Si se encuentra en la misma situación en la que está ahora Besteiro en el Congreso, que no puede faltar a ninguna votación? ¿Renunciaría al acta?: «No, de ninguna manera. Eso lo tengo claro. Me han dado esta oportunidad y no puedo fallar. Renunciaría al programa», asevera sin titubear, con el mismo aplomo con el que responde las preguntas del concurso. Todos los mitos de la generación Z, apatía, desinterés por el mundo en el que viven, falta de compromiso, desconocimiento de la realidad… volando por los aires en una sola respuesta. Le pregunto cuál sería el coste de esa inusual vocación política. No es que no lo sepa, pero no dispara con una cifra, la tenemos que calcular: al mes acumulan unos 120.000 euros entre los tres, sin contar los gastos de manutención y estancia, y algún programa extra en navidad. Es decir, que a Raúl, que hasta el momento lleva ganados unos 400.000 euros, que se quedarán en algo más de 300.000 cuando los cobre y pase por Hacienda, la aventura parlamentaria le costará unos 40.000 euros al mes. Está por ver si Telecinco y la productora acceden a que los Mozos de Arousa sigan sin él. Con su hermano Borja, su amigo Bruno y un tercer fichaje.

Raúl, a la izquierda, junto a su hermano Borja y su amigo Bruno, en el plató del programa «Reacción en cadena»
Raúl, a la izquierda, junto a su hermano Borja y su amigo Bruno, en el plató del programa «Reacción en cadena» Telecinco

El precio a pagar

Santamaría es consciente de que su aventura política tiene un precio, que en cierta manera ya ha empezado a pagar. En septiembre, buscando rentabilizar su popularidad, los organizadores de un acto del PP en Santiago lo sentaron justo detrás de Feijoo, en el tiro de cámara. Y aunque lleva desde los 18 años siendo concejal, digamos que esa fue su salida del armario política. «A partir de ahí —cuenta—, las cosas han cambiado. Antes en redes sociales solo recibía cariño y apoyo. Ahora hay mucha gente que me dice que va a dejar de verme por ser del PP, me llaman facha… Es triste, porque yo soy la misma persona que antes de salir en esa foto».

Por el mismo motivo es consciente de que su carrera política le cerrará otras muchas puertas. Actualmente los llaman para dar pregones, participar en campañas en las redes sociales. Una conocida marca gallega de alimentación los acaba de contratar para una campaña de publicidad. Incluso el PP les encargó un vídeo para felicitar la navidad y Raúl es coprotagonista de la famosa pieza del autobús de Rueda. Todo ello, tras el visto bueno del programa, que tiene sus derechos de imagen, y sin representante. «La primera vez que nos ofrecieron algo y nos preguntaron cuánto cobrábamos no supimos qué contestar», afirma. «Pero por suerte tenemos a la productora, que se portan de maravilla con nosotros, tienen abogados, gente que sabe… Nos cuidan mucho, solo puedo hablar bien de ellos».

¿De dónde viene entonces esa sorprendente ambición política? Santamaría cree que todo empezó en Málaga, donde la familia vivió durante sus años de secundaria. Allí conoció el mundo de los torneos de debate y descubrió que le apasiona defender con vehemencia aquello en lo que cree.

¿Y en qué cree? ¿Va a renunciar a todo lo que tiene para pulsar un botón cada quince 15 en un Parlamento? «Mis amigos dicen que no parezco del PP, incluso mi novia está en las antípodas de lo que se puede considerar el PP, quizás porque hay unos clichés según los cuales si eres de centroderecha te tienen que gustar los toros y ser monárquico. Yo no lo veo así. Yo creo que el PP y el PSOE no están tan lejos, aunque la situación política hace imposible que ahora mismo puedan pactar», dice. ¿Y qué va a defender en esta campaña? ¿En qué le gustaría trabajar en su nueva etapa, más allá de votar lo que dictamine el partido? «Me gustaría trabajar en cosas que mejoren la vida de la juventud, empezando por la educación. En Galicia tenemos muchas cosas buenas, pero hay muchas en las que podemos mejorar. Yo no me veo en un mitin insultando a la oposición ni buscando el aplauso fácil. Creo que iré más por explicar las cosas, sin prometer a la gente que vamos a solucionar todos los problemas en una semana, pero sí contando que ahora mismo las opciones son que gobierne el PP o que la política gallega se convierta en un follón como el que hay en Madrid o en Cataluña»., explica

¿Y cuál es el plan B si todo sale mal, si la vida parlamentaria lo decepciona o si en el partido no le dan bola? ¿Se plantea, como sí están empezando a hacer sus dos compañeros de aventuras, hacer una carrera en el mundo de la televisión, saltando de un concurso a otro, quién sabe si dando el salto al mundo del cine? «Ahora no pienso en eso pero, aunque no se puede decir de este agua no beberé, tengo claro que un día volveré a la enseñanza, porque es mi verdadera vocación».