Los partidos llegan a la recta final sin despejar el fantasma de otras elecciones
ELECCIONES 2016

Sánchez pone en marcha una gran campaña de movilización para captar a los indecisos
21 jun 2016 . Actualizado a las 09:53 h.Ninguna encuesta asegura la gobernabilidad después del 26J. O, dicho de otro, modo, no aleja el fantasma de unas terceras elecciones. Mariano Rajoy depende del apoyo del PSOE para ser presidente del Gobierno. No tiene otra vía, ya que el PP y Ciudadanos quedan muy lejos de sumar la mayoría suficiente. Pero Pedro Sánchez reitera una y otra que vez que no le apoyará ni por activa ni por pasiva, ni a él ni a ningún otro candidato alternativo. Rajoy, además, no está dispuesto a entregar su cabeza para facilitar que haya Gobierno.
Tampoco parece posible la alianza de Unidos Podemos y el PSOE, la única opción que contempla la formación que lidera Pablo Iglesias. Hasta ahora, el líder socialista se había limitado a decir que este no será presidente. Así lo hizo por primera vez en la entrevista concedida a La Voz. Ayer dio una paso más al advertirle que le dirá no si mantiene su apuesta por los referendos de autodeterminación y su plan económico, que contempla un aumento del gasto de 60.000 millones de euros en cuatro años. Una forma de decir que no lo apoyará salvo que renuncia a dos de sus puntos fuertes. Pero, además, el pacto sería imposible si necesitara, como apuntan algunas encuestas, la abstención de los independentistas, porque esa fue la principal razón que adujo Sánchez para no pactar con Podemos después del 20D.
El PSOE puede decidir
Rajoy está apretando el acelerador estos últimos días de campaña apelando a la vez al voto útil y al del miedo a Unidos Podemos para concentrar los sufragios de los moderados y recuperar a los que optaron por Ciudadanos el 20D. Sánchez lucha contra las encuestas. Para darles la vuelta, el PSOE ha decidido echar el resto esta última semana con el objetivo de reconquistar a sus electores tradicionales. La intención es convencer a más de medio millón de indecisos y, para ello, los socialistas doblarán el número de actos de campaña en toda España, harán medio millón de llamadas, visitarán 600.000 hogares y repartirán diez millones de folletos. Los socialistas están convencidos de que si movilizan a ese 30 % de indecisos podrán darle la vuelta a las encuestas. Por eso, aunque en otras campañas también han dado un arreón final, «esta vez es la que más carne en el asador se va a poner», dicen en el partido.
Ciudadanos busca dos puntos más para conseguir la mayoría con los populares
Ciudadanos busca un voto útil muy particular: el que le permita romper el bloqueo en los pactos y sumar sus escaños a los del PP para conseguir una mayoría de gobierno que, además, le dé fuerzas para forzar la renuncia de Mariano Rajoy.
Para alcanzar ese objetivo, en la formación naranja calculan que necesitan aproximadamente medio millón de votos más de los que consiguieron en las elecciones del 20D. Pero para ello necesitarán mejorar en aproximadamente dos puntos el porcentaje de voto que le atribuyen la mayoría de las encuestas.
Según los cálculos que hacen en la formación naranja, alcanzar un 16 % de los votos les permitiría llegar al medio centenar de escaños en el Congreso, diez más que los que tenían hasta ahora. Con ello, se situarían en la frontera de la mayoría absoluta con el PP.
Rajoy redobla la llamada al voto útil para frenar a Podemos y pactar con el PSOE
Mariano Rajoy tiene ya en su mano todas las encuestas, incluidos los trackings diarios del PP. Y lo que lee en esos papeles son ya solo variaciones sobre el mismo tema. Pueden bailar escaños arriba o abajo, no muchos, pero la suerte está echada. Ni por supuesto tendrá mayoría absoluta, ni tampoco alcanzará la cifra de 176 escaños con el apoyo de Ciudadanos. Y, por tanto, las posibilidades de que él o algún otro dirigente del PP sean presidente del Gobierno pasan indefectiblemente por alcanzar algún tipo de acuerdo con el PSOE. Algo que, en los cálculos hechos en Génova, solo sería posible en caso de que Unidos Podemos supere al PSOE, aunque sea por escaso margen.
Si los socialistas quedan segundos, el PP da por hecho que Pedro Sánchez repetiría la escena de la pasada campaña, cuando acudió a la llamada de Rajoy a la Moncloa solo para comunicarle que no tenía nada que hablar con él. Ni un café se quiso tomar. Creen que Pedro Sánchez, esta vez sí, estaría dispuesto a pactar solo con Unidos Podemos, ya que tal vez le fuera incluso suficiente con sumar el apoyo del PNV.
Es en el otro escenario, el del sorpasso, en el que trabaja el PP. Entienden que una renuncia de Sánchez ante ese pésimo resultado podría facilitar que un PSOE descabezado se aviniera a dejar gobernar al más votado. Pero, para ello, sería necesario que la victoria del PP sobre Unidos Podemos fuera lo más rotunda posible. De ahí que, hasta el fin de la campaña, el PP se vuelque en recabar todo el voto de quienes temen a Pablo Iglesias, aunque sean antiguos votantes de Ciudadanos y hasta del PSOE.
«Les pido que no tiren su voto
«Los moderados tenemos que ir unidos», dijo ayer Rajoy durante un acto en Ciudad Real. Con ese objetivo, las apelaciones a los males que traería a España un Gobierno presidido por Pablo Iglesias irán en aumento hasta este viernes, cuando finalice la campaña. Según Rajoy, Podemos es un partido que «quiere destruirlo todo», incluido el modelo de convivencia emanado de la Constitución, y al que es necesario frenar. «Pido a los votantes de Ciudadanos que no tiren su voto», afirmó, llamando ya directamente al voto útil.
El líder popular seguirá recitando ese sermón hasta el final de campaña. Y lo hará especialmente allí donde ese mensaje puede calar. Por ejemplo, ayer en Ciudad Real. Allí, Ciudadanos se hizo con un 12 % de los votos. Y eso, según explicó Rajoy, se tradujo en «cero diputados». «No sirvió para nada», insistió, recordando que los populares perdieron el último escaño en juego por solo 2.000 votos. Para que ese diputado no caiga ahora en manos de Unidos Podemos es necesario, según el líder del PP, que quienes antes votaron a los de Albert Rivera «sumen esfuerzos» y se inclinen por los populares, porque «la unión hace la fuerza». Ahí percutirá Rajoy hasta el día de las elecciones.