Rajoy usa el problema catalán como un argumento más para la gran coalición
![Gonzalo Bareño Canosa](https://img.lavdg.com/sc/me3olB3V_FPh3ITQ335yI6WV7sU=/75x75/perfiles/273/1623149697408_thumb.jpg)
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Rechazará de nuevo someterse a la investidura si no tiene los apoyos suficientes
22 jun 2016 . Actualizado a las 07:20 h.Mariano Rajoy es consciente de que, si quiere ser presidente del Gobierno, tiene que empezar a moverse de sus posiciones monolíticas y buscar puntos de encuentro que justifiquen la necesidad de conformar esa gran coalición que reclama porque, a su juicio, «no se puede gobernar en minoría». Ayer, el líder del PP utilizó el problema de Cataluña como argumento en favor de la gran coalición de Gobierno entre el PP y el PSOE. Según dijo, si ambos partidos actúan «juntos» tendrán «más posibilidades de hacer cosas» para «resolver» el problema de Cataluña. Y entre esas «cosas» que se muestra dispuesto a hacer, está la negociación de un nuevo sistema de financiación a cambio de la retirada de las tesis soberanistas.
Su idea no es solo justificar el pacto con el PSOE, sino atraerse también el voto del nacionalismo moderado. «Pido a los moderados catalanes que retomen la iniciativa que le han arrebatado los rupturistas, radicales y antisistema», señaló, al tiempo que reclamó que Cataluña se implique en la negociación de un modelo alternativo de financiación.
«La negación de la política»
Rajoy cree que existe «un amplio terreno en el que encontrarnos», aunque «no en la ruptura». «No faltará voluntad de entendimiento y diálogo», incidió, pero reclamó que esa voluntad sea «recíproca». Con todo, el líder popular no movió el eje central de su discurso, asegurando que el Gobierno «no puede autorizar el referendo» de independencia o que «la soberanía nacional no puede ser liquidada por el Gobierno y ni siquiera por el Parlamento».
Pero, aunque apuesta claramente por la gran coalición, Rajoy no está dispuesto en ningún caso a sacrificarse por ella. «Si la gente dice que el PP y su candidato son los más votados y luego llega uno y dice es que se tiene que ir, oiga ¿por qué se tiene que ir y todos los demás se tienen que quedar?», se preguntó sobre el veto hacia él. Algo que, a su juicio, es «la negación de la política». El líder del PP cree que al final conseguirá ser presidente. Pero no tiene prisa. De hecho, tras el 26J repetirá su estrategia de no presentarse el primero a la investidura, aunque gane las elecciones, para que sea otro, Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, el que se vea obligado a dar ese paso. «Yo ya lo he señalado, voy a hacer exactamente lo mismo», señaló. «¿A qué vamos a ir a la investidura? A la investidura se va a ser investido; si no, no tiene sentido», insistió. La posibilidad de que reuniera de inmediato los apoyos suficientes parece totalmente descartada, dado que tanto Unidos Podemos como el PSOE han anunciado ya su voto en contra. Por lo tanto, Rajoy volverá a pasar si el rey le propone dar el paso en primer lugar.
Aunque no lo dice, su estrategia es forzar a Pablo Iglesias, si queda segundo, a presentar su candidatura para, de ese modo, obligar al PSOE a retratarse. Si los socialistas impiden que Iglesias sea presidente, bien con su voto en contra o con su abstención, Rajoy sí daría el paso, con la esperanza de que los socialistas acabaran al menos absteniéndose para facilitar su investidura. De no hacerlo, según los análisis del PP, quedaría claro que es el PSOE, el que bloquea cualquier posibilidad de Gobierno.