La huelga de transportes de Baleares colapsó varios aeropuertos europeos

AGENCIAS A CORUÑA

ESPAÑA

VICENT MARI

El caos producido por la huelga de transportes en Baleares se multiplicó. Varios aeropuertos de Gran Bretaña y Alemania llegaron a sufrir las consecuencias. Ante el colapso de viajeros que quedaron atrapados en las terminales, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) decidió limitar el número de vuelos. Esto provocó esperas de hasta 24 horas en Gran Bretaña y de 14 en Alemania. Mientras, en Palma e Ibiza, miles de personas estuvieron aisladas en los aeropuertos por la tercera jornada de huelga de los conductores de autobuses. El taxi se convirtió en el único transporte. Su precio: 12 horas de espera.

01 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La situación todavía puede empeorar. La amenaza de huelga que ha lanzado el sindicato de pilotos de Iberia, podría volver a provocar aún más retrasos. Hasta el momento la compañía ha anunciado la suspensión de 238 vuelos para mañana, el 23% de los que estaban previstos. Los tres aeropuertos de Baleares lograron ayer mantenerse operativos durante el tercer día de huelga, pero la limitación de operaciones decretada por AENA para no colapsar de pasajeros las terminales provocó retrasos generalizados de hasta 24 horas Salas colapsadas Según los datos facilitados por la dirección de los aeropuertos de Baleares, a las 19.30 habían operado en Son Sant Joan menos de la mitad de los vuelos programados y la terminal, especialmente en la planta de salidas, estaba ocupada por 6.000 viajeros. Algo parecido ocurría en Iibiza, donde la terminal estaba próxima a completar su capacidad máxima, con 4.000 pasajeros. En Menorca empezaron a funcionar ayer los primeros autobuses, lo que contribuyó a mejorar la situación. El paro concluyó la pasada medianoche, pero las instalaciones de los aeropuertos iban a mantener una intensa actividad durante toda la noche para completar las operaciones previstas para este fin de semana, en el que han pasado por los aeropuertos de Baleares alrededor de medio millón de pasajeros que, directa o indirectamente, se han visto afectados por el conflicto. La pasada noche, decenas de miles de pasajeros, unos a la espera de la salida de sus vuelos y otros arrastrando lentamente sus maletas en la interminable cola para coger un taxi, abarrotaron el aeropuerto hasta casi las 9.00. La radicalización de la postura de los huelguistas, que rechazaron en diez minutos el acuerdo alcanzado por sus representantes con la patronal, provocó algunos enfrentamientos.