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España y Marruecos suavizan sus reproches para reconducir la crisis de la inmigración, pero no fijan nueva fecha para una reunión La policía liberó la madrugada del jueves en Orihuela a tres marroquíes que permanecían encadenados y secuestrados sin alimentos desde hace 17 días. En la operación fueron detenidos tres argelinos y dos marroquíes. El jueves, otro marroquí fue arrestado en la localidad almeriense de El Ejido por secuestrar y extorsionar a tres compatriotas. España y Marruecos suavizaron ayer sus reproches mutuos sobre inmigración, pero no fijaron nueva fecha para la reunión que, prevista para el jueves, fue anulada a última hora por el gobierno marroquí. Ayer, una nueva «marea» de pateras dejó 196 inmigrantes en las costas.
07 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Los inmigrantes liberados en Orihuela habían llegado a las costas de Algeciras el pasado día 16 de agosto. Viajaron en una patera junto a otras 20 personas y pagaron 10.000 dirhams (unas 200.000 pesetas) por el trayecto. Tras su liberación afirmaron que las mafias marroquíes buscan, habitualmente en Tánger, Larache, Kenitra e Imes Sahell, gente para trasladarla ilegalmente a España por dinero. Una vez en España, siguiendo consignas de la organización mafiosa, los tres permanecieron escondidos tres días en las montañas y después hicieron autoestop hasta que un matrimonio los recogió y les propuso trabajar en Almería. Sin embargo, fueron conducidos, uno en el maletero del coche, hasta la casa de campo, en la carretera que une Orihuela y Arneva, donde fueron encadenados de pies y manos, apaleados, y retenidos 17 días sin comer. Los secuestradores exigían para su liberación el pago de otros 10.000 dirhams a sus familias. En Ceuta, un agente del Cuerpo de la Policía Nacional fue detenido ayer por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores al estar acusado de facilitar el pase irregular de inmigrantes a la península. Según fuentes cercanas a la investigación, el funcionario, cuya identidad no se ha facilitado, ejercía su labor en el control de embarque de la estación marítima. Críticas a Piqué Marruecos y España rebajaron el tono de sus críticas tras cinco días de reproches mutuos. La diplomacia española reiteró ayer el ofrecimiento de celebrar cuanto antes una reunión entre el secretario de Estado de Exteriores, Miquel Nadal, y su homólogo marroquí, suspendida el jueves tras las acusaciones del ministro Josep Piqué a la policía del país vecino sobre su supuesta «connivencia con las mafias». Aunque Rabat no respondió con una fecha, el órgano de expresión del gobierno marroquí, el diario Libération, pidió diálogo al «amigo» Aznar, aunque tachaba a Piqué como «ministro de la derecha española en el poder, que no puede apartarse de su concepción conservadora y xenófoba». El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, abogó por «evitar polémicas estériles». Insistió en la tesis de que «existen actuaciones en las playas de Marruecos», pero aseguró que la inmigración es un «problema compartido», que no debe impedir las «relaciones privilegiadas» con los vecinos del sur.