La operación antiterrorista abierta por la Guardia Civil en Navarra desde el pasado día 21 ha frustrado una ofensiva de ETA en la comunidad foral contra políticos no nacionalistas. Miguel Soto Nolasco y Ainara Gorostiaga Escubi, habían recopilado datos para este grupo sobre costumbres e itinerarios de Yolanda Barcina, alcaldesa de Pamplona; de su antecesor en el cargo, Javier Chorraut, del diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo y de un ex-concejal de UPN de la localidad navarra de Beriain, cuyo nombre no desvelaron. Las informaciones sobre estos objetivos, gran parte de ellas incautadas en registros domiciliarios, se encontraban «muy elaboradas», según fuentes de la investigación, que recordaron ¿no obstante¿ que al comando Urbasa no se le han intervenido ni armas ni explosivos. El otro grupo del complejo Nafarroa, el talde Ekaitza, desmantelado el pasado día 21, también tenía entre sus futuros objetivos cargos no nacionalistas. Los hermanos Miguel e Ibai Ayensa, Francisco Ruiz Romero y Francisco Viedma tenían información para asesinar en breve a un concejal socialista de Barañain, además de datos sobre policías y funcionarios de Pamplona. Soto y Gorostiaga reconocieron también ante la Guardia Civil haber realizado por su parte seguimientos a trabajadores de Prisiones y miembros de las Fuerzas de Seguridad. El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, ante quien ayer compareció la pareja capturada en Levante, decretó prisión incondicional e incomunicada para ambos, acusados de pertenencia a banda armada, terrorismo y dos asesinatos en grado de tentativa. Finalmente, la Audiencia Nacional ha decido desgajar en dos piezas separadas las investigaciones de la Guardia Civil sobre ETA en Pamplona, al hacer suyas las tesis del Ministerio del Interior de que se trata de dos taldes independientes, aunque dentro de una misma estructura.