Ana Palacio recibió con una leve inclinación de cabeza al mandatario árabe, que evitó tocarla El presidente de la República de Irán, Mohamed Jatamí, inició ayer una visita oficial de cuatro días a España con la que pretende incrementar sus contactos con Occidente para poner fin al aislamiento que sufre el régimen islámico.
28 oct 2002 . Actualizado a las 06:00 h.A su vez, el Gobierno de José María Aznar quiere aprovechar la presencia del ayatoleslam para desempeñar un papel fundamental en las relaciones entre la UE e Irán y fomentar las inversiones en este país asiático. Jatamí, primer líder iraní que visita España desde la revolución islámica de 1979, aterrizó a media tarde en el aeropuerto de Barajas. Allí le recibió, a pie de avión, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, con una leve inclinación de cabeza, tal y como dictan las normas del estricto protocolo iraní. Según la ley islámica, Jatamí respondió al saludo evitando en todo momento cualquier contacto físico con una mujer. Sí estrechó la mano del jefe de la Casa Real, Fernando Almansa, y del resto de la delegación masculina. Desde allí se desplazaron al palacio de El Pardo, donde esperaban los Reyes. Don Juan Carlos presentó a la reina Sofía a Jatamí, quien le saludó sonriente, pero sin estrecharle la mano ni reverencia alguna. Distancias diplomáticas Jatamí se entrevistará hoy con Aznar. El Ejecutivo español decidió suprimir el habitual almuerzo que ofrece a los jefes de Estado y de Gobierno. Oficialmente, la causa de esta supensión es el problema protocolario que plantea la prohibición iraní de servir cualquier bebida alcohólica; pero algunas fuentes apuntan que Aznar hace un gesto para demostrar a Estados Unidos -cuyo presidente, George Bush, incluye al país árabe en el denominado «eje del mal»- que mantiene distancias diplomáticas con el presidente iraní.