El Poder Judicial suspendió sus vacaciones para acordar la medida La magistrado excarceló al ex banquero en dos ocasiones por el caso Argentia Trust
25 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó el pasado martes, por vía de urgencia, abrir un expediente disciplinario por la presunta comisión de dos faltas muy graves a la juez de vigilancia penitenciaria María del Prado Torrecilla. La juez está acusada por dos compañeros de haberles presionado para favorecer la situación de Mario Conde, quien cumple una condena de 18 años de cárcel por el caso Banesto. La decisión fue tomada de forma unánime por los vocales de la Comisión Disciplinaria del consejo, quienes apreciaron «un alto grado de verosimilitud» en la denuncia presentada por la magistrada Reyes Gimeno, quien hace dos semanas rechazó la concesión del régimen abierto al ex banquero. La «extrema gravedad» de las acusaciones formuladas, según resaltaron fuentes del propio CGPJ, llevó a los miembros de la Comisión Disciplinaria a reunirse con celeridad y suspender durante unas horas sus vacaciones navideñas. La primera medida fue nombrar un instructor para el expediente, labor que recaerá en Eduardo Calvo, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Este magistrado deberá informar en los próximos días, una vez oída la propia afectada y el Ministerio Fiscal, sobre la más que probable suspensión cautelar de la juez bajo sospecha. Decisiones polémicas La primera condena que la Justicia impuso a Mario Conde se produjo en el caso Argentia Trust, que le llevó a la cárcel en febrero de 1998 para cumplir una condena de cuatro años y dos meses de prisión por apropiación indebida de 600 millones de pesetas. Cinco meses después, reclamó al juez de vigilancia penitenciaria el régimen de semilibertad, que el magistrado rechazó. El abogado de Conde recurrió, y su cliente obtuvo el tercer grado. La decisión fue adoptada por la juez María del Prado Torrecilla. La Fiscalía recurrió ante la Audiencia Provincial de Madrid. Para el ministerio público, excarcelar a quien sólo había cumplido 112 de los 1.520 días de condena suponía transmitir a la sociedad la idea de que algunos delincuentes reciben de la administración judicial y penitenciaria un trato privilegiado. El tribunal confirmó el régimen abierto a Conde en diciembre. Torrecilla sustituyó de nuevo a su compañero en las vacaciones de agosto de 1999 y volvió a dictar una polémica resolución a favor de Mario Conde: le concedió la libertad condicional, lo que le eximió de volver a la cárcel hasta que el caso Banesto lo devolvió a prisión.