? Nadie esperaba ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, en la comparecencia de su mujer y ahora también política, Ana Botella, en el Forum Europa, en el Hotel Ritz. El acto, organizado por Nueva Economía y la agencia Europa Press, no se trataba de una charla o de un mitin cualquiera, uno de los muchos que va a tener la número tres en las listas del PP a la alcaldía de la capital hasta el próximo 25-M. Era una cita (o un examen) con gran parte del poder económico del país. Allí estaba el presidente de Siemens, Eduardo Montes, el máximo dirigente de Carrefour y ex ministro popular, Rafael Arias Salgado, o el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa. No faltaban tampoco los embajadores de EE.UU., Suecia, Siria y Japón, o el presidente de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), Miguel Ángel Rodríguez. La mañana estaba marcada en rojo en la agenda de la candidata, y su esposo no quería dejarla sola. En realidad, nadie quería dejar sola a la mujer del jefe, porque el acto se convirtió al final en un cónclave de ministros, delfines y altos mandos del PP. Por el hotel se pasaron a primera hora del día Ana Palacio, Ana Pastor, Eduardo Zaplana, el presidente del Senado, Juan José Lucas, el vicesecretario general del partido y aspirante a la sucesión, Jaime Mayor Oreja, o los candidatos del PP a la Comunidad y a la Casa de la Villa, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, respectivamente. A pesar de la trascendencia de la cita, Ana Botella se mostró tranquila y sonriente durante su intervención. Al terminar, se marchó del brazo de su marido.