Afirma no tener conciencia «de haberse equivocado sustancialmente» La coalición celebrará su asamblea extraordinaria a finales de este año
25 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, despejó ayer cualquier duda y anunció que ha decidido presentarse a la reelección en la asamblea extraordinaria que celebrará la coalición a finales de este año. El líder de IU no tiene «conciencia de haberse equivocado sustancialmente» durante su gestión al frente de la dirección y asume como propios tanto los fallos como los aciertos de la formación bajo su mandato. Aunque la presidencia de Izquierda Unida le ratificó por mayoría en su cargo el pasado mes de junio y la asamblea extraordinaria que se convocó tras la caída de votos en varias elecciones consecutivas también le respaldó, hasta ayer Llamazares había dicho en varias ocasiones que no debía darse por hecho que pretendiera seguir al frente del proyecto de IU. Llamazares afirmó ayer, sin embargo, que «si IU da pasos hacia delante, supera insuficiencias y también reclama sus propios aciertos», está dispuesto a liderarla «por el tiempo que los compañeros quieran que yo sea su coordinador general». La intención del actual coordinador general de IU es hacer una ejecutiva de consenso y, así, se mostró «abierto a cambios, incluidos los que me puedan afectar». Llamazares no descarta que puedan presentarse candidaturas alternativas a la suya. Su postura al respecto es clara: «Apoyaré a aquel compañero o compañera que obtenga el mayor respaldo». Llamazares está decidido a tener «muy en cuenta las aportaciones de líderes como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar; el portavoz de la presidencia, Felipe Alcaraz; el secretario general del PCE, Francisco Frutos; o el propio ex coordinador general, Julio Anguita». Precisamente Anguita, tras prolongados meses de silencio político, anunció estos días su deseo de participar de forma activa en el relanzamiento de Izquierda Unida. El diagnóstico de Gaspar Llamazares es que el proceso asambleario «debe servir para mejorar, y en ningún caso lamentarse o zaherirse con tendencias de carácter masoquista». Según dice, «la organización ha hecho las cosas bien, pese a algunas insuficiencias y carencias que debe superar para mejorar su resultado político y electoral».