El empresario Javier de la Rosa vuelve al banquillo por la parte principal del caso KIO
ESPAÑA
El empresario Javier de La Rosa, que ejerce su propia defensa en el juicio por la pieza principal del caso KIO (operación Pincinco), que comenzó ayer en la Audiencia Nacional, solicitó la anulación de todo el proceso por considerar que las acusaciones han prescrito y cree vulnerado su derecho a no ser juzgado dos veces por unos mismos hechos, ya que una sentencia dictada el pasado mes de diciembre en Kuwait no lo considera responsable de los mismos. El juicio de KIO en la Audiencia Nacional comenzó con la exposición de las cuestiones previas por parte de las defensas, un trámite previsto para alegar vulneración de derechos fundamentales. De la Rosa, que se enfrenta a una pena de 14 años de prisión, compartió turno de palabra con su hija Graciela y habló refiriéndose a sí mismo en tercera persona como de su «representado», el «señor De la Rosa». Además de alegar las cuestiones jurídicas, De la Rosa utilizó su turno de palabra para afirmar que su papel en las operaciones financieras juzgadas fue el de cumplir órdenes procedentes de Kuwait, que el dinero (300 millones de dólares en el caso de Pincinco) «sólo hacía escala de 24 horas en España» y que se ha sentido «presionado» por los Estados español y kuwaití. Según el fiscal, De la Rosa utilizó la operación Pincinco para apropiarse de 101,89 millones de euros (16.953 millones de pesetas) que repartió, entre otras personas, a Manuel Prado y Colón de Carvajal y al empresario Enrique Sarasola. También abarca las dos operaciones Oakthorn y la manipulación de las cotizaciones de la empresa Prima Inmobiliaria.