Los forenses pidieron a la jueza una nueva autopsia al conductor del metro

Melchor Sáiz-Pardo MADRID

ESPAÑA

El primer análisis efectuado al maquinista, que fue enterrado ayer, no reveló nada anormal Los sindicatos contradicen a la Generalitat y denuncian la falta de sistemas de seguridad

05 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Los especialistas forenses pidieron a la jueza que instruye el caso del accidente del metro de Valencia que estudiase la posibilidad de autorizar una segunda autopsia al cadáver del conductor del convoy, ya que el primer análisis del cuerpo no ha servido para determinar si el maquinista Joaquín Pardo, de 40 años, perdió el conocimiento en el momento en que enfilaba la peligrosa curva de la estación de Jesús. Según informó ayer el consejero de Sanidad de la Generalitat, Rafael Blasco, la primera autopsia ha servido para muy poco. «No hay ningún dato que permita abrigar ninguna especulación sobre ninguna cosa», explicó Blasco, quien insistió que los médicos «no han encontrado nada que no esté dentro de la normalidad». Fuentes del Gobierno autonómico confirmaron ayer que la primera autopsia sólo ha servido para descartar que Pardo hubiera tomado alcohol o drogas antes del accidente, pero que no se realizaron «exámenes exhaustivos» para detectar otras anomalías o «si el conductor sufrió un desvanecimiento». Blasco no descartó la realización de una segunda autopsia, si bien precisó que esta decisión corresponderá a la jueza. En ese caso, la instructora deberá ordenar la exhumación del cadáver, ya que Joaquín Pardo fue enterrado ayer en el cementerio de la localidad de Alfafar, después de que se oficiara su funeral en el tanatorio de Massanassa. Las reponsabilidades Mientras tanto, continúa la discusión sobre la responsabilidad del accidente entre la Generalitat y los sindicatos del metro. El portavoz del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, descartó que el Ejecutivo autonómico vaya a asumir responsabilidad política alguna después de que se haya sabido que el exceso de velocidad causó la tragedia. En declaraciones a la radio, Rambla insistió en la tesis oficial de que se trató de un «incidente fortuito» debido a «un error humano. El tren circulaba a 80 kilómetros por hora cuando debía ir a 40, y por tanto es un error humano el que ha determinado que el exceso de velocidad haya provocado el accidente», reiteró. El PSOE de Valencia ha pedido la comparecencia, en el Parlamento autonómico, del presidente de la Generalitat y del consejero de Infraestructuras. A su vez, los representantes de Comisiones Obreras y el Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) recordaron ayer «las numerosas denuncias» que habían presentado antes de que tuviese lugar el accidente, por los «vacíos» en los mecanismos de seguridad del suburbano en la línea 1. Los técnicos de ambos sindicatos insistieron en que si esa línea hubiera estado dotada del sistema ATP, un mecanismo de frenado en situaciones anómalas, no hubiera ocurrido el siniestro. Fuentes de la Generalitat valenciana insistieron en que ningún dispositivo de seguridad hubiera podido evitar la tragedia.