ETA celebra la desunión

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

13 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El espectáculo político que se viene ofreciendo desde el atentado en la T-4, culminado ayer con la fotografía de la desunión entre PP y PSOE, es, tristemente, un éxito para la banda terrorista ETA. Bien es cierto que a ETA le importan poco las manifestaciones, pero su dirección sabe claramente desde ayer dos cosas: la primera, que basta con un atentado para encender la mecha del barril de pólvora política en el que se sientan Zapatero y Rajoy, por lo que puede recurrir en lo sucesivo a regular la presión de la política española con oportunos atentados; la segunda, que en la T-4 volaron también las expectativas de una salida negociada para ellos y sus presos en esta legislatura. Sí, negociada: lo saben bien los populares, aunque ahora se escandalicen, como lo saben socialistas y los conservadores de antes. Por eso Aznar lo intentó, igual que en su día Suárez y más tarde Calvo Sotelo y González . Zapatero ha hecho básicamente lo mismo que sus antecesores, más allá de sus ingenuidades y lapsus. Pero a Zapatero se le ha negado lo que otros tuvieron: un poco de paz política mientras lo intentaba y una foto de unidad el día que ETA rompió la tregua. La anterior ruptura se llevó la vida del teniente coronel Blanco y la lógica decepción de Aznar. Pero en la foto de la calle en Madrid estaban, junto al entonces presidente del Gobierno, Felipe González, Adolfo Suárez, todavía activo, Calvo Sotelo y el líder de la oposición Zapatero. Los periódicos de la derecha han evitado estos días reeditar esas fotografías, pero están en sus hemerotecas. La sensación en Madrid es que políticamente nunca las cosas estuvieron tan mal. La pérdida de poder en las urnas el 14 de marzo del 2004 sigue sin digerirse y llevamos dos años inventando historias entre periodistas y conservadores para deslegitimar la victoria socialista. El mundo judicial volvió la semana pasada a respaldar la instrucción del juez Del Olmo sobre el 14-M desmontando todos los intentos de manipulación: desde el capítulo de la mochila bomba al cuento de los tres peritos. Hay varios policías detenidos supuestamente por practicar montajes para su explotación político-mediática. Pero hay que prepararse para lo que viene. Como nos ha advertido Jaime Arias en La Vanguardia , «los terroristas cuentan con que sigan las broncas extremistas que descalifiquen al presidente Zapatero. Entre medio del griterío se oyen insultos, se ven gestos y pueden leerse textos impropios de un Estado de derecho». Con un presidente del Gobierno al que le ha costado, quizás más que a sus predecesores, aceptar que el proceso fracasaba, acaso por su convencimiento de que hasta ahora todo le había salido bien, los catorce meses que quedan de legislatura se anuncian broncos hasta la saciedad. Zapatero, tocado El Partido Popular percibe que Zapatero está tocado, aunque no por ello la valoración de Rajoy se dispare. Hay que prepararse para episodios como los de la Conferencia de Presidentes en los que el lapsus de Zapatero, inmediatamente corregido, fue grabado por un asistente y difundido después por Internet, además de bien explicado en ruedas de prensa, para empezar por el presidente de La Rioja. «Siento asco por lo sucedido», ha escrito en su blog, acaso imprudentemente, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla . Pensar que fue un presidente de comunidad autónoma el que pudo grabarlo después del pacto de puerta cerrada, estremece. Eso no está probado, pero se adivina que la lealtad, ni siquiera la institucional, no presidirá los tiempos que vienen. No obstante, la crónica política no debe quedarse en que el Gobierno aparece aislado y que el PP no quería ir a la manifestación en ningún caso: se atrincheró en que no figuraba la palabra «libertad» en la convocatoria, y cuando se aceptó tampoco fue. Hay otros elementos a considerar. El primero: ¿por qué el PP se niega a rechazar el terrorismo junto a los socialistas, pero sin embargo en Navarra la UPN, que es la marca del PP allí, lo acepta y se manifiesta conjuntamente? Y en Aragón estaba así previsto, aunque el presidente socialista Marcelino Iglesias lo enredó con unas desafortunadas declaraciones. El segundo: ¿cómo puede moralmente justificar la Iglesia católica que no se vuelque en la manifestación convocada por los ecuatorianos de Madrid por la muerte de dos de ellos por atentado terrorista? El periodista Gregorio Morán se ha preguntado mirando a la Iglesia y a los políticos lo siguiente: «¿Acaso de haber muerto dos catalanes del tripartito o dos madrileños de Esperanza Aguirre , habría sido igual la reacción que ante esos dos ecuatorianos pobres y confiados?». ¿Y cómo queda la Asociación de Víctimas del terrorismo que tampoco asistió? Entretanto, los ministros cumplen la orden de Zapatero de salir en la foto, aunque sea a golpe de desayuno. La primera, la vicepresidenta Fernández de la Vega que estuvo espléndida el otro día, lapsus del «papelito» aparte. «Menos mal que Zapatero tiene a esta mujer», confiaba a La Voz un importante directivo a la salida. Y se avino a hacer una lista de gente clave que le merecía confianza. Citó a Solbes , a Pérez Rubalcaba , al ministro de Defensa, Alonso , y al de Justicia, López Aguilar, pero se va, y a Pepe Blanco . La suerte residual de ZP quizás esté en ese grupo.