Bono y Zerolo asisten a misa en la «iglesia roja» tras la orden de cierre

Natalia Bore LA VOZ | MADRID

ESPAÑA

JUAN CARLOS HIDALGO

Ambos mostraron su solidaridad con la parroquia de Entrevías tras el decreto de suspensión Leonardo Boff, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, también visitó el templo iglesia

03 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?n cartel con la leyenda «De aquí no se va nadie» presidía la explanada frente a la parroquia de San Carlos de Borromeo, en Entrevías, hasta donde ayer acudieron a escuchar misa el ex ministro de Defensa, José Bono, y el secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las oenegés del PSOE, Pedro Zerolo. Asistieron a la que fue la primera celebración eucarística desde que recibieron el decreto de suspensión de su actividad pastoral, recibido el pasado día 31 de mayo. Bono y Zerolo quisieron de esta forma mostrar su solidaridad con la ya conocida como «parroquia roja» o «de los excluidos», en su resistencia frente a la decisión de la Diócesis de clausurarla y convertirla en un centro de Cáritas. Tras la misa, Bono, que se declaró «buen amigo desde hace años de Enrique de Castro», uno de los tres curas de esta parroquia que el cardenal Rouco Varela quiere cerrar, explicó que su presencia en Entrevías «es una muestra de solidaridad y de fe». En similares términos se expresó Pedro Zerolo, que afirmó que «soy laico, soy ateo, pero mi cura es Enrique de Castro y mi parroquia es San Carlos Borromeo». Al término de la misa, centenares de personas, junto con los políticos socialistas, degustaron una paella con la que se clausuró el encuentro celebrado durante el fin de semana, bajo el lema «Unidos en la exclusión», que reunió a más de trescientas personas de grupos que trabajan con marginados. Precisamente el viernes el encargado de inaugurarlo fue el teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, que afirmó que el empeño en cerrar la parroquia era muestra de una iglesia «fosilizada». Boff declaró que visitar San Carlos de Borromeo era para él «peregrinar a un lugar sagrado», respaldando así la lucha de la parroquia contra su desaparición, ordenada por el Arzobispado por no respetar las reglas de la eucaristía. Tras el decreto de supresión de suspensión de la actividad pastoral de la parroquia, sus tres sacerdotes están a la espera, pues no saben si les llegará o no otro de extinción.