Después de prometer sus cargos ante el Rey en la Zarzuela recibieron el traspaso de carteras Los cuatro nuevos miembros del Ejecutivo anunciaron que afrontarán los «retos pendientes»
09 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.A las diez de la mañana, en el palacio de la Zarzuela y ante el Rey, los nuevos cuatro ministros del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero prometieron sus cargos ante ejemplares de la Constitución y de la Biblia. Tras la lectura de los decretos de nombramiento, que presenciaron tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en calidad de notario mayor del Reino, los nuevos titulares de Sanidad, Vivienda, Cultura y Administraciones Públicas se dirigieron a sus respectivos ministerios para, en ese orden, tomar posesión de sus cargos, recibiendo el traspaso de carteras de manos de sus antecesores. El denominador común de las intervenciones de los nuevos ministros -Bernat Soria, que sustituye a Elena Salgado en Sanidad; Carme Chacón, que releva en Vivienda a María Antonia Trujillo; César Antonio Molina, que sucede al frente de Cultura a Carmen Calvo, y Elena Salgado, que se hace cargo de Administraciones Públicas, sustituyendo a Jordi Sevilla- fue la promesa de que afrontarán los retos pendientes y la oferta de diálogo para ello. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, estuvo presente en las tomas de posesión de los cuatro nuevos titulares, en las que también se pudo ver a otros miembros del Ejecutivo, como Miguel Ángel Moratinos, en el Ministerio de Cultura, o Mercedes Cabrera, en el de Vivienda, así como a los secretarios de Estado Fernando Moraleda y Leire Pajín. Balance y buenos deseos Los ministros entrantes y salientes compartieron protagonismo en un día marcado por la emoción de las despedidas y los balances, mezclada con los buenos deseos -e incluso consejos - para los sucesores. Así, por ejemplo, Jordi Sevilla alentó a Elena Salgado a atreverse con aquello «que no tuvimos valor de abordar», en relación al anuncio de su sucesora de que apostaría por completar las reformas estatutarias. Carmen Calvo encomendó a César Antonio Molina el encargo de sacar adelante la Ley del Cine, y Salgado, en el traspaso de la cartera de Sanidad a Bernat Soria, recordó que su objetivo había sido poner en valor las políticas de prevención, aunque «no siempre fue bien comprendido».