CiU y PP piden responsabilidades políticas al delegado en Cataluña También quedan en libertad los otros tres detenidos relacionados con la mafia rusa
17 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu dejó ayer en libertad provisional a los cuatro arrestados el lunes pasado en Barcelona, acusados de suministrar de forma irregular permisos de trabajo y residencia en España a miembros de las mafias georgianas. El magistrado interrogó durante cinco horas y cuarto en la Audiencia Nacional al ex subdelegado del Gobierno en Barcelona, Eduard Planells, a los funcionarios de la oficina de Extranjería de la Subdelegación Gerardo González y Carmen Carballada, y a Víctor Ambiela, al que fuentes judiciales relacionaron con los servicios de inteligencia españoles. El titular del Juzgado Central 4 ordenó el lunes el arresto de los cuatro imputados por considerar que en los últimos años habrían facilitado de forma irregular y a cambio de dinero permisos de trabajo y residencia legal en España a miembros de distintas familias de la mafia georgiana que habían emigrado a la península. Los sospechosos, según la investigación judicial, utilizaron su condición de miembros de la oficina de Extranjería de la Subdelegación para realizar sus negocios, por lo que el juez les imputa los delitos de cohecho, prevaricación y falsificación de documento oficial. Planells, que fue interrogado por Andreu durante poco más de una hora, reiteró al juez su inocencia y rechazó estar implicado en los hechos delictivos que le imputan.Ambiela, acusado de falsedad de documentos, declaró ante el juez durante dos horas y aseguró que no conoce de nada a Planells. El arrestado señaló que no tiene relación con el consulado ruso, pese a que un principio se dijo que era un empleado. Su única relación con la sede diplomática era que es presidente de una asociación para la adopción de niños en este país. González, jefe de negociado de Extranjería, también negó al juez haber cometido delito alguno. Señaló que él no es quien concede los permisos de extranjería en Barcelona. Él realiza las propuestas, a la vista de los expedientes, y es el subdelegado del Gobierno que da el visto bueno final y quien firma los permisos. Mientras, en el plano político, el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, se sumó ayer al portavoz adjunto del PP catalán, Daniel Sirera, al exigir la dimisión del delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, por su «irresponsabilidad y cobardía» en el caso del ex subdelegado en Barcelona Eduard Planells, detenido en una operación contra la mafia rusogeorgiana. Puig señaló que Rangel, al que ha pedido que comparezca en el Parlamento ya como «ex delegado del Gobierno», ha puesto «en crisis la confianza de los ciudadanos en la Delegación del Estado», tras asegurar ayer que, cuando en el 2004 propuso a Planells como subdelegado no lo conocía previamente. «Lo que hace Rangel, de manera cobarde, es alegar que no lo conocía cuando lo nombró subdelegado. Si es verdad, es un irresponsable. Si es mentira, es un irresponsable político, por intentar salvar su pellejo alegando ignorancia», dijo Puig.