El secretario de Organización del PSOE compara en su blog al líder del PP con el «llanero solitario».
07 may 2008 . Actualizado a las 16:17 h.El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha asegurado que el tiempo «está demostrando» que los dirigentes populares Ángel Acebes y Eduardo Zaplana han sido «rehenes» de Mariano Rajoy, quien «les ha utilizado como escudos humanos y ahora los apuñala», responsabilizándoles de su derrota.
En la entrada de hoy de su blog «El cuaderno de Pepe Blanco», en la que compara al líder del PP con el Llanero Solitario tras la «desbandada» de dirigentes de su partido, Blanco afirma: «aunque todos pensábamos que Mariano era rehén de los malvados Acebes y Zaplana, ahora el tiempo está demostrando que era al revés».
«Ambos siguieron el guión que el 'líder' les marcó; los ha utilizado como escudos humanos y ahora, como Bruto hizo con Julio César, los apuñala colgándoles la responsabilidad de la derrota electoral y dándoles la espalda», sostiene.
El número dos socialista ha atribuido la «desbandada» de dirigentes del PP a las palabras que hace unos días dijo su presidente en un momento «de desahogo personal, mientras intentaba demostrar quién es el que realmente manda en el PP», cuando invitó a quien quisiera a irse al partido liberal o al conservador.
«Yo entonces dije que aquella actitud reaccionaria y despótica me parecía una descomunal muestra de autoritarismo, y lo sigo pensando; lo que no imaginaba es que le iban a tomar la palabra tan rápido ni tan en serio, la desbandada está siendo fina», agrega Blanco, antes de preguntarse cuánto tardarán otros diputados populares, como Juan Costa o Manuel Pizarro, en seguir los pasos de Zaplana y Acebes.
A juicio de Blanco, Rajoy «ha demostrado y está demostrando que no sólo no es un líder y no tiene mando en plaza en el PP, sino que es un mal pagador para los que se suponía eran sus amigos».
El dirigente socialista asegura que con «semejante panorama» Rajoy «se parece más cada día al llanero solitario».
«Es el último de Filipinas de la era Aznar, y hasta el dedo de quien le nombró empieza a señalar en dirección contraria; su soledad en la atalaya pepera es cada día mayor, y los cruces de apuestas por ver cómo se resuelve el culebrón corren por doquier. Hagan juego», concluye el blog.