Ginés Jiménez dejó su huella despótica y autoritaria en Noia

Sara Ares

ESPAÑA

20 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En Noia, la noticia de la detención del jefe de la Policía Local de Coslada, Ginés Jiménez Buendía, dejó a algunos vecinos con la boca abierta, pero no solo por la gravedad de los hechos que se le imputan, sino porque más de uno todavía recuerda el paso del sheriff por el Escuadrón de Vigilancia Aérea Número 10 (EVA-10), situado en ese municipio coruñés, donde realizó el servicio militar y donde, según relatan quienes tuvieron trato con él, ya entonces apuntaba maneras.

Ginés Jiménez no había cumplido aún los 30 años cuando llegó al acuartelamiento noiés, a principios de la década de los ochenta. Sus estudios universitarios de Periodismo le supusieron el grado de alférez, y más tarde ascendió a teniente. Al parecer, permaneció en la base aérea que está situada en la cima del monte Iroite algo más de dos años. No mucho tiempo después, en 1986, tomó posesión como jefe de la policía municipal de Coslada.

A sus órdenes

El noiés José Antonio Moledo, durante su etapa de recluta en el EVA-10, estuvo a las órdenes de Ginés y lo recuerda como una persona, a pesar de su juventud, «muy déspota y autoritaria, muy amante de la disciplina a rajatabla y que no perdonaba la más mínima, tenías que saludarlo aunque te lo encontraras por la calle en tu día de permiso».

«Un día, en una discoteca de Noia, Jiménez le sacó una pistola a un soldado. Dicen que fue por un problema de celos por una chica, y luego mandó a ese recluta nueve meses al calabozo», cuenta José Antonio Moledo.

Tampoco se olvida este noiés de cuando él y otros compañeros de servicio militar tuvieron que colocar las sillas en el pabellón polideportivo de la base militar para un espectáculo de vedetes que Ginés organizó para los mandos del cuartel y otros miembros de las fuerzas de seguridad de la zona con motivo de la festividad de la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire. «Yo puse las sillas, pero a los reclutas no nos dejaron entrar», dice Moledo, que también asegura que Ginés presumía de ser el propietario de una discoteca en su tierra natal, en Murcia, «aunque luego parece ser que era mentira y que en realidad él ejercía de portero o de relaciones públicas».

Otros vecinos de la comarca que tuvieron ocasión de conocer personalmente al jefe de la Policía Local de Coslada aseguran que le gustaba vestir bien y fumar puros, y que era frecuente verlo en las tabernas de Noia durante sus permisos.

A pesar de la amistad que trabó con gente de la zona, lo cierto es que muchos de los que trataron con él en los ochenta le perdieron la pista y no volvieron a saber nada de él hasta su irrupción hace unos días en todos los medios de comunicación por su supuesta implicación en un caso de extorsión, corrupción, apropiación indebida y chantaje, entre otros cargos.