Los populares atribuyen la disolución del pacto a las exigencias del PSOE a cambio de su apoyo al Gobierno autónomo
04 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El diputado crítico de UPN, Santiago Cervera, el parlamentario europeo Javier Pomés y los senadores Ignacio Palacios y José Cruz Pérez Lapazarán ya han abandonado las filas de UPN para incorporarse al nuevo PP de Navarra. Las bajas se formalizaron ayer, la víspera de que el comité ejecutivo nacional del PP apruebe la constitución de la nueva gestora popular para refundar la organización en Navarra.
Una semana después de la ruptura, la disolución del pacto de coalición con el PP ha dejado al partido foralista con un diputado, un senador y ningún representante en la Eurocámara. Solo María Izquierdo en el Senado y Carlos Salvador en el Congreso permanecen en UPN tras la crisis, mientras que Miguel Sanz consiguió conservar intacto su grupo parlamentario en la Cámara autonómica.
A pesar de haber sido el principal ariete de la discrepancia, Cervera retrasó su dimisión a la espera de presentar alegaciones ante la comisión de disciplina y conflictos de UPN en el procedimiento de los expedientes disciplinarios que se instruyeron por sus declaraciones críticas y la ruptura de la disciplina en la votación de los Presupuestos del Estado en el Congreso. Ayer, el diputado intentó celebrar su comparecencia ante el órgano disciplinario fuera de la sede del partido, del que está suspendido de militancia, pero no lo consiguió, de manera que envió sus argumentaciones por correo electrónico.
Falta de democracia
«Reprobar al discrepante, amenazar a quien se expresa de modo diferente o incluso actuar represiva y punitivamente contra él (como es el caso) -acusa el diputado en su escrito- supone un intento de cercenar no solo los derechos esenciales de militancia, sino los propios derechos civiles de raíz constitucional y fundamento democrático». En la misma línea, arremete contra Sanz y apunta que «un partido en el que solo se escuche la voz de su dirigente máximo es un partido propio de una dictadura bananera».
Sobre su negativa a seguir las instrucciones del consejo político que dictó la abstención en la votación presupuestaria, indicó entre sus argumentos que se vulneró su derecho, como cargo público, a participar en las decisiones que le conciernen y aseguró que no fue ni informado ni consultado sobre el cambio anunciado por Sanz a un medio de comunicación el 7 de septiembre. En definitiva, denunció la «carencia democrática que ha regido todo el proceso».
Tras haber solicitado por la mañana en este procedimiento de alegaciones la anulación de los expedientes y la «restitución» de sus derechos como militante de UPN, Cervera tiró la toalla a última hora de la tarde y comunicó a su secretario general, Alberto Catalán, que abandona la organización. Inmediatamente después se afilió al PP, como antes hicieron los senadores y el eurodiputado.
A diferencia de lo que ocurre en el ámbito estatal y europeo, el partido foralista conserva la fidelidad de sus diputados autonómicos, donde no se ha detectado ninguna fuga, según informó su portavoz, Carlos García Adanero. Aunque sufre algunas bajas en sus filas y en pequeños ayuntamientos, es muy leve el goteo hacia el PP, que todavía no dispone de sede y acoge a sus militantes en una web abierta el pasado viernes.
Mariano Rajoy rendirá cuentas hoy sobre la ruptura del pacto ante el comité ejecutivo del PP y será en ese foro donde explique el proceso que siguió su equipo directivo antes de disolver la alianza con el partido de Miguel Sanz. Fuentes de la cúpula popular aseguran que fueron conscientes de que la ruptura era inevitable cuando el presidente navarro les exigió libertad y autonomía para decidir el sentido del voto de sus parlamentarios en el Congreso y el Senado. La directiva de Rajoy atribuyó esta reivindicación a una imposición de los socialistas, que, según sus cálculos, condicionaban su apoyo al Gobierno de Sanz a cambio del desgaste del PP.