Cancelados once vuelos de Iberia horas antes de la negociación con el sindicato de pilotos en huelga

Efe

ESPAÑA

17 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Iberia canceló ayer once de los 970 vuelos previstos en una nueva jornada de retrasos generalizados, a tan solo unas horas de que hoy la dirección de la empresa y el Sepla se reúnan para tratar de desatascar las negociaciones del convenio colectivo.

Fuentes de la empresa y del sindicato confirmaron la celebración de esta reunión, que se convoca en medio de una supuesta huelga encubierta con la que, según Iberia, se trata de presionar a la compañía en el marco del proceso negociador. Por ello, Iberia advirtió a los pilotos que abrirá expedientes disciplinarios si no ponen fin a las alteraciones en los vuelos.

Advertencias y demandas

Esta advertencia está recogida en una carta que el director general, Enrique Donaire, envió el viernes al presidente de la sección sindical del Sepla-Iberia, Justo Peral, en la que señalaba: «Estamos en presencia de una actuación concertada de los pilotos, promovida, inspirada u organizada» por esa representación sindical. Por su parte, Peral calificó de mentira el contenido de la carta y comunicó a Iberia que los pilotos se reservan el derecho de acudir a los órganos superiores pertinentes para presentar demandas si la dirección de la empresa «persiste en su actitud».

El Sepla niega que se lleve a cabo una huelga de celo y asegura que los problemas se deben a la falta de pilotos. El sindicato rechaza que se haya lanzado una consigna para pedirles que cumplan estrictamente el convenio y señala que los desajustes se producen porque algunos se niegan a «duplicar o triplicar sus jornadas y mantienen sus vacaciones».

En cuanto a la negociación del convenio, Iberia asegura que se atascó debido a la exigencia de un nuevo régimen disciplinario con una serie de privilegios que «está fuera del marco de la ley española». Desde el Sepla se habla de un problema de seguridad, ya que en todas las compañías la máxima autoridad la tiene el comandante, y la empresa la quiere rebajar por las presiones que sufren los pilotos cuando deciden no volar.