El hijo del sindicalista, conciliador y pragmático

ESPAÑA

06 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cumplirá 50 años en octubre y ha mamado la lucha antifranquista, el socialismo obrerista, la política, desde la cuna. Afirma que lo que más marcó su infancia fue «el ejemplo de lucha por la libertad» de sus padres, que le impidió hacer la primera comunión porque ambos estaban desterrados. De esta época recuerda también los registros de la policía y la Guardia Civil en su casa, cuando se hacía el dormido para que no encontraran los «papeles» comprometedores escondidos bajo el colchón de su cama. Por el domicilio familiar pasaron Felipe González, Rubial o Chaves, entonces en la clandestinidad.

López se autodefine como «un vasco de Coscojales», la calle del Casco Viejo de Portugalete donde nació, toda una declaración de intenciones en un país donde las identidades separan. Su familia es vasca por los cuatro costados. Su abuelo paterno perdió la vista trabajando en la «colada» de los Altos Hornos. Su abuela fue cocinera de las familias pudientes. A los 16 años se afilió a las Juventudes Socialistas y a los 18, al PSE. Patxi era el hijo de Lalo, Eduardo López Albizu, el mítico líder sindical de la Naval, histórico militante de UGT y del PSOE, fallecido en 1992.

López abandonó sus estudios de ingeniero industrial y a los 28 años se convirtió en el diputado más joven de España, después de Zapatero. El ascenso de este hombre de partido fue meteórico hasta ser elegido secretario general del PSE el 23 de marzo del 2002, en un congreso traumático que puso fin a la etapa de su amigo de niñez Nicolás Redondo Terreros.

Ambos nacidos en Portugalete, jugaron juntos en las mismas calles, ingresaron a la vez en las Juventudes Socialistas, formaron parte de la misma cuadrilla y eran hijos de dos sindicalistas que fueron íntimos. Pero López fue el encargado de dar carpetazo a la estrategia de Redondo de formar un frente constitucionalista junto al PP de Mayor Oreja. Zapatero entonces no confiaba en él, porque creía que aún estaba verde y quería que Ramón Jáuregui dirigiera el partido. Pero no lo estaba. Su estrategia de equidistancia del PNV y el PP le ha dado resultados espectaculares en las urnas hasta culminar en su elección como lendakari. Se implicó a fondo en el proceso de paz, pero no se arrepiente porque ETA está en el momento más bajo de su historia.

Casado con la concejala de Bilbao Begoña Gil, sin hijos, un buen tipo según quienes lo conocen, tímido, introvertido, conciliador, pragmático, sin carisma. Su mujer, responsable de las campañas del PSE, ha logrado convertirlo en un político más cercano y moderno. López tiene un blog, votado como la mejor bitácora política del 2008, sabe aprovechar las redes sociales, salió tocando el saxofón en la revista Rolling Stone, colecciona vinilos y cedés -tiene unos 8.000-, le encantan Springsteen -su Working on a dream fue su himno en la última campaña-, Jacques Brel o Masive Attack y es socio del Athletic.