Rajoy encarga el programa electoral a la fundación que preside Aznar

Magis Iglesias

ESPAÑA

El responsable será un miembro del equipo de asesores que el antiguo líder tuvo cuando estaba en la Moncloa

06 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Mariano Rajoy está convencido de que la gestión de la crisis económica se llevará por delante al Gobierno del PSOE y los ciudadanos volverán la vista hacia el PP para conocer su proyecto alternativo. Cuando faltan casi tres años para las elecciones generales, el líder de la oposición ha puesto en marcha todos los mecanismos para disponer cuanto antes de un programa actualizado, por lo que el pasado junio pidió a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside José María Aznar, los documentos básicos para la elaboración de un proyecto que le permita presentar al PP como auténtica alternativa al socialismo.

El presidente del PP nombró coordinador de Estudios y Programas a Baudilio Tomé, que será el encargado de preparar la convención nacional que se celebrará el próximo diciembre en Barcelona y de donde saldrá el embrión del futuro programa electoral del PP. El encargo, formalizado el pasado martes, es en apariencia inocuo, pero puede tener gran carga ideológica, sobre todo si se tienen en cuenta los desencuentros entre Rajoy y Aznar de los últimos años.

Tomé, diputado por León y que fue fontanero del ex presidente del Gobierno en la Moncloa, será el responsable de poner al día los documentos programáticos aprobados por el congreso nacional del PP del año pasado en Valencia, y que estuvo más volcado en los equilibrios de poder que en los aspectos ideológicos.

Las tensiones internas que tuvo que soportar Rajoy para revalidar su liderazgo no le permitieron atender a los contenidos de los documentos aprobados. De hecho, las fuertes discrepancias sobre algunos de los textos elaborados, en especial la ponencia política, fueron motivo de seria fricción con un sector de la organización, como ocurrió con las previsiones sobre las relaciones con los nacionalismos, que provocaron la dimisión de María San Gil y la quiebra del partido en el País Vasco.

Fue en esa disputa intestina donde se quemó el secretario de Estudios y Programas, José María Lasalle, dirigente más proclive a la reflexión que a la reyerta política, y que después de aquel episodio prefirió retirarse a una segunda fila y dedicarse al análisis político y la elaboración de discursos para el líder.

Resuelta tan profunda crisis y con un líder más fortalecido que nunca, la cúpula del PP se propuso -en la reunión que celebró en La Granja en junio-endurecer su oposición y, sobre todo, consolidar la imagen de alternativa dotándola de propuestas que abarquen todos los terrenos y no solo el económico. Fue a finales de ese mes cuando se celebró la reunión del patronato de FAES, donde Rajoy pidió al think tank conservador que trabaje en la elaboración de propuestas sobre educación, impuestos, mercado laboral, mercado único, política energética, regeneración democrática, financiación autonómica y municipal e inmigración.

Tecnócratas aznaristas

El nombramiento de Baudilio Tomé es también un guiño de Rajoy al grupo de tecnócratas aznaristas que, bajo la dirección de Carlos Aragonés, fueron la guardia pretoriana del ex presidente del Gobierno, en el partido y en el Ejecutivo. Aunque el actual presidente del PP los mantuvo en un primer momento en su equipo de asesores, las discrepancias políticas e ideológicas se hicieron tan graves que terminó por alejarlos.

Sin embargo, ahora el líder del partido se siente más seguro y sabe que necesita de todos para ganar las elecciones generales previstas para el 2012, pero que los populares barruntan que se adelantarán. La designación de este coordinador tampoco es intrascendente en el equilibrio de poderes dentro de la cúpula del partido.