Pajín niega que haya divergencias en el PSOE y Leguina afirma que el presidente del Gobierno se parece a Aznar
15 sep 2009 . Actualizado a las 16:37 h.Fue el primer ex ministro de Zapatero en anunciar que no seguiría como diputado raso. Pero no ha sido el primero en consumar la decisión. Pedro Solbes abandonó ayer definitivamente su escaño, algo que ya hicieron el ex titular de Administraciones Públicas Jordi Sevilla y el ex ministro de Cultura César Antonio Molina. En menos de 15 días, Zapatero ha visto cómo se descolgaban de su proyecto un ex vicepresidente del Gobierno y dos ex ministros. Fuentes del Grupo Socialista aseguran además que Solbes no será el último. Los próximos en la lista son el ex ministro de Sanidad Bernat Soria, que ya tiene destino en un centro de investigación dependiente de la Junta de Andalucía, y el ex titular de Justicia Mariano Fernández Bermejo, que dimitió tras desvelarse que había cazado sin licencia en una finca en la que coincidió con el juez Baltasar Garzón.
Ex colaboradores dolidos
La situación obligó ayer a la secretaria de Organización socialista, Leire Pajín, a desmentir que exista división en el PSOE respecto a la gestión de Zapatero sobre la crisis económica. La número tres del PSOE aseguró que no ha escuchado a ningún dirigente socialista expresar sus discrepancias, aunque en el partido hay reflexiones y opiniones distintas. Pero esas críticas sí existen en privado. La Voz de Galicia publicó el pasado domingo el testimonio de varios dirigentes críticos con Zapatero, al que achacan falta de liderazgo ante la crisis y también arbitrariedad a la hora de prescindir de algunos de sus colaboradores más valiosos.
Ayer, el ex diputado socialista y ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina llevó esa crítica al extremo. Aseguró que el presidente «es muy dependiente de las ocurrencias de sus asesores de imagen» y que «Zapatero se parece más a Aznar de lo que él cree».
Solbes había comunicado ya a Zapatero su intención de abandonar un escaño que apenas ha pisado desde que fue destituido de su cargo de vicepresidente económico para ser sustituido por Elena Salgado. La última aparición de Solbes en el Congreso fue el pasado miércoles en el debate sobre la situación económica. Allí, el ex ministro escuchó el primer discurso de Zapatero desde su alejado escaño e inmediatamente abandonó el hemiciclo.
Solbes, de 67 años, no pone fin sin embargo a su actividad pública, ya que pretende continuar su labor en la Comisión Europea, en donde ya ocupó el cargo de comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. Desde el pasado 16 de julio preside la Junta de Supervisión del Grupo Asesor Europeo sobre Información Financiera (EFRAG), un organismo creado en el 2001 para orientar a la Comisión Europea en materia de contabilidad.