Tras varios años de lucha contra el cáncer, el ex diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal falleció en la madrugada de ayer en su domicilio de Sevilla, donde llevaba varios días en situación de extrema gravedad, según fuentes familiares. Los restos del ex senador y empresario de 78 años, muy vinculado a la capital hispalense por ser uno de los impulsores de la Exposición Universal de 1992, fueron trasladados al tanatorio municipal.
Nacido en Quito (Ecuador) en 1931, hijo de un diplomático chileno y descendiente de Cristóbal Colón, llegó con apenas siete años a España, país donde desarrolló una intensa carrera empresarial que conoció no pocos altibajos. Pese a sus éxitos empresariales, se hizo conocido para la mayoría de los españoles por su amistad con el Rey Juan Carlos, para el que trabajó como administrador privado durante más de 20 años.
En 1977 fue nombrado senador por designación real. Un año después, fue designado presidente del Centro Iberoamericano de Cooperación y embajador de España en Misión Extraordinaria y máximo responsable de la Comisión Nacional de los actos del V Centenario del Descubrimiento de América (1981-1982), desde donde defendió e impulsó la candidatura de Sevilla para la celebración de la Exposición Universal de 1992. A finales de los noventa trasladó su residencia a Suiza.
Condena por apropiación
El diplomático vivió sus peores momentos a partir del 2004, tras ser vinculado a escándalos empresariales. Así, la Audiencia Nacional le condenó a dos años de cárcel por un delito de apropiación indebida de 11,4 millones de euros en el marco del caso Wardbase, una de las primeras piezas del caso KIO y en el que también estuvo implicado Javier de la Rosa y el socio de este Jorge Núñez y Lasso de la Vega. Sin embargo, apenas llegó a pasar dos meses en prisión.