El entonces ministro de Defensa ha sido llamado a declarar como testigo en la instrucción del caso
22 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El 16 de agosto del 2005, diecisiete militares españoles -diez de ellos gallegos- pertenecientes a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF) perdieron la vida al estrellarse en suelo afgano el helicóptero Cougar en el que viajaban.
Desde entonces, las familias están convencidas de que este, y un segundo helicóptero que también cayó pero en el que no hubo víctimas mortales, fueron atacados, pero la versión oficial, según un informe del Ministerio de Defensa, es que fue un accidente. A día de hoy, casi cuatro años y medio después del siniestro, ocurrido cerca de la ciudad de Herat, al oeste del país, el entonces ministro de Defensa y actual presidente del Congreso, José Bono, ha sido llamado a declarar como testigo.
El Tribunal Militar Territorial Primero ha resuelto que Bono preste declaración ante el Juzgado Togado Militar Territorial número 11 de Madrid, instructor del caso, tras el recurso presentado por las familias contra la decisión del Juzgado de no practicar, entre otras, esta diligencia. Sin embargo, su condición de ex ministro y presidente del Congreso lo exime de acudir al juzgado, por lo que podría presentar la declaración por escrito.
Eduardo Guitard, padre de David Guitard, que pilotaba el primer helicóptero en el momento del siniestro, y quien presentó el recurso de apelación que permitió reabrir la causa en septiembre del 2008 (había sido archivada en junio de ese año) señaló a La Voz que aunque «ve bien que por fin» se llame a Bono a declarar, lo considera «insuficiente». El hecho de que pueda hacerlo por escrito, según Guitard, no deja contentas a las familias, que piden que dé la cara en el juzgado.
Como en el caso del Yak-42
«Lo que hay que exigir es que dé la cara», aseveró Guitard, quien agregó que «cuando pasó lo del Yak-42 él dijo que quería ir personalmente, y en esta ocasión debería hacer lo mismo, con más razón todavía porque era ministro de Defensa en ese momento».
Añadió que «si luego además se dejara interrogar más, sería estupendo, pero es probable que no sea así. Ahora hay que ver lo que dice...».
De la misma opinión es Concepción Sánchez, madre del soldado lucense fallecido Pablo Iglesias Sánchez. «Me parece bien que lo llamen a declarar, pero que no lo haga por escrito», dijo. Sin embargo, pide algo más: «Que esta vez diga la verdad», ya que considera que el ex ministro se ha dedicado «a contarles mentiras».
Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y representante de las familias, explicó que el proceso judicial continúa en fase de instrucción, y que la declaración de Bono es importante «por la necesidad de saber si el atestado se instruyó correctamente o no», ya que quien figura como secretario asegura que solo actuó como escolta de Bono. Según Casado, de confirmarse este hecho, el atestado podría ser nulo, al igual que las diligencias.