El ministro Moratinos advierte de que el «problema no es solamente el Yemen»
05 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Barack Obama ha señalado al Yemen como nueva guarida terrorista y objetivo prioritario de su batalla contra Al Qaida. Ante la perspectiva de que los recursos se desvíen masivamente en esa dirección, Miguel Ángel Moratinos dio ayer un toque de atención. «El problema no es solamente el Yemen, el problema es lo que ocurre en el norte de África», señaló en Lisboa, donde recordó que hay tres cooperantes españoles que llevan más de un mes secuestrados por la franquicia de Bin Laden en el Magreb.
El ministro de Asuntos Exteriores resaltó que hay que dar importancia a lo que sucede en Afganistán, el Yemen o Somalia, pero sin olvidar el auge del terrorismo en el norte de África, que afecta más directamente a los intereses españoles. No hay que olvidar que Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), el grupo que retiene a los tres cooperantes, llama constantemente a la recuperación de Al Andalus y a la liberación de Ceuta y Melilla. A esto se suma que España es el país europeo que más yihadistas mantiene encarcelados y una de las principales bases de reclutamiento de terroristas suicidas y de financiación de los grupos salafistas y que va a reforzar su presencia militar en Afganistán. Si no fueran señales de alarma suficientes, en un reciente vídeo el número dos de Bin Laden, Al Zawahiri, llamaba a «desinfectar» el Magreb de españoles y franceses. No está tampoco de más recordar la procedencia mayoritariamente marroquí de los autores del 11-M.
Moratinos manifestó su preocupación por las últimas actuaciones de Al Qaida y anunció que va a haber «alguna iniciativa por parte de la presidencia española» en ese sentido, aunque no la precisó. Sí recordó que el Gobierno ha propuesto la celebración de una conferencia internacional sobre Somalia, que consideró un país clave, ya que en su territorio actúan piratas, terrorista de Al Qaida y talibanes. El ministro dijo que «salvo que estabilicemos el interior de Somalia, difícilmente resolveremos el problema de la piratería», al tiempo que reclamó una mayor aportación de la comunidad internacional.
La amenaza de AQMI
Mientras Estados Unidos, secundado por su fiel aliado británico, se dispone a apuntar sus armas contra el Yemen, el preocupante crecimiento de Al Qaida en el norte africano, sobre todo en los débiles estados del Sahel, está pasando inadvertido a nivel internacional, aunque su propósito es hacer del Sáhara otro Afganistán. Tres años después de que los salafistas se reconvirtieran en AQMI han conseguido internacionalizarse y atraer a jóvenes del Magreb y buena parte del África Occidental. Los escenarios en los que actúan también se han ampliado de Argelia a los tres países fronterizos muy débiles, Mauritania, Níger y Mali. Gracias al rentable negocio de los secuestros de occidentales, AQMI financia sus actividades terroristas. Solo el año pasado lograron unos 10 millones de euros por el pago de rescates, el equivalente a los ingresos anuales por turismo del norte de Mali, incluida la mítica ciudad de Tombuctú. Ante este avance de Al Qaida, solo Estados Unidos contribuye con fondos que alcanzan los 3,5 millones de euros en el caso de Mali.
Mientras Moratinos lanzaba esa advertencia en la capital portuguesa, en Madrid el coordinador de Presidencia y Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, acusaba al Gobierno de tratar de ocultar la gravedad de la amenaza del enemigo «radicalizado y fanático» que es el terrorismo yihadista.