El ministro de Defensa aseguró a la agencia Efe que España mantiene su compromiso con la misión Atalanta de la Unión Europea contra la piratería en el Índico, donde hay desplegados cerca de 400 militares con la fragata Reina Sofía y un avión de vigilancia marítima.
Sobre los nuevos cometidos, como controlar las bases en tierra de los piratas, Morenés afirma que la misión no ha cambiado de naturaleza, por lo que no solicitará autorización parlamentaria, como reclaman el PSOE y otros grupos. Los socialistas consideran que «no basta con una comparecencia» parlamentaria y «es necesario un pronunciamiento expreso de la Cámara», como en su opinión exige la propia Ley de Defensa Nacional. El ministro remarcó que, en todo caso, está dispuesto a acudir al Congreso a dar explicaciones sobre este y cualquier otro asunto.
«Estamos comprometidos con Atalanta, una operación que tiene extraordinaria utilidad para España y el resto de los países de la zona que ven como sus circunstancias pueden empeorar», asevera Morenés, quien admite cierto absurdo desconsuelo: «Parece mentira que entrado el siglo XXI tengamos que seguir luchando contra la piratería».
Es más, hace solo unos días, el propio comandante de la misión Atalanta, el contraalmirante británico Duncan Potts, prometió «aumentar la presión militar sobre los piratas» que operan en aguas del océano Índico «en todas las fases del modelo de negocio».
Por otra parte, Morenés descarta una operación militar en Siria similar a la de Libia, porque lo impide la posición de China y Rusia, contrarias a la intervención. Pero se mostró favorable a garantizar la seguridad de los observadores de Naciones Unidas en ese país, donde se vive una situación «lamentable, penosa, triste y difícil de entender en países civilizados».